Este año, River va a elecciones como cada cuatro años y, al igual que en 2017, la duda radica por cuánto ganará el oficialismo. Por imposibilidad estatutaria, Rodolfo D’Onofrio no podrá ser candidato a presidente, pero, sin embargo, hay otros comicios donde puede que se anote el empresario: las legislativas nacionales. Hay quienes sugieren que podría ser un activo para el Frente de Todos, que lo corteja hace un tiempo a pesar de que en su comisión directiva abundan dirigentes del PRO, partido que tampoco lo descarta.
En los últimos días hubo dos fotos que muestran a D’Onofrio como actor político. La primera fue la semana pasada en el estadio Monumental, donde participó en un acto con la cúpula del Ejecutivo porteño. Junto con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, apellido pesado en la institución, presentaron al club como sede del plan Detectar donde se podrán testear por covid-19 hasta 150 personas por día. Fue, justamente, el primer acto del que participó el jefe de Gobierno tras dar positivo y tener que mantenerse aislado 10 días.
D’onofrio ya había advertido en 2019 que le gustaría incursionar en la política partidaria cuando dejara la presidencia del club. Hizo el secundario en el Colegio Nacional Buenos Aires y ahí conoció a lo que luego sería la cúpula de Montoneros, como Fernando Abal Medina, Gustavo Ramus y Mario Firmenich, con quien viajaba todo los días en el tren Sarmiento donde hablaban de Racing y de River, los clubes de los que son hinchas. Luego fue parte de la Juventud Unida Católica y militó con el padre Carlos Mujica en el Barrio 31. “Yo soy una mezcla: si le ponen a una licuadora a Sarmiento, a Yrigoyen, a Perón y a Frondizi, ahí van a encontrarme a mí”, fue la definición suficientemente amplia que dio hace unos años sobre su ideal político.
Sin embargo, a pesar de cierto discurso teñido de progresía, hay una buena cantidad de dirigentes del club que está conectada con el PRO. El secretario de River y abogado del club es Ignacio Villarroel, actual Presidente de la Fundación River, que fue coordinador del macrismo en las campañas en Entre Ríos. Eugenio Burzaco, exsecretario de Seguridad de la Nación y ex diputado nacional, es vocal y fue encargado de seguridad del club. Guillermo Cascio, vicepresidente en la segunda gestión y fallecido en 2018, fue gerente general del Banco Ciudad en el gobierno porteño de Mauricio Macri. Valentin Diaz Gilligan, vocal titular, asumió en 2015 como subsecretario general de la presidencia y tuvo que renunciar en 2018, tras un informe del diario El País, de Madrid, que descubrió que había ocultado en su declaración jurada 1.200.000 dólares en una cuenta en Andorra, que cerró en 2014 cuando ya llevaba un año como funcionario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tras renunciar, confesó que le guardaba el dinero a Francisco “Paco” Casal, poderoso representante uruguayo que, por ejemplo, maneja al volante Nicolás De la Cruz. Casal, además, es dueño del canal deportivo Tenfield y de Gol TV, con base en Miami y filiales por América. Uno de los socios del empresario es Enzo Francescoli, gloria de River, y manager desde que asumió D’Onofrio.
Adrián Varela, vocal y presidente de Relaciones Públicas de River, es director general de Colectividades en la Secretaría de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad, mientras que Andrés Ballotta fue tesorero del club hasta 2018, y desde 2015 es el titular de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP), el ente recaudador porteño.
La otra foto fue el jueves durante un almuerzo que tuvo en Puerto Madero con Jorge Amor Ameal, presidente de Boca, con quien tuvo un rápido acercamiento tras su triunfo en Boca en 2019. Quien ofició de nexo fue uno de los presentes en la comida, José “Pepe” Albistur, exsecretario de Medios durante el kirchnerismo y amigo de Alberto Fernández, a quien le prestaba el departamento donde vivía antes de ganar las elecciones. Su hijo Juan Ignacio es vocal suplente en River y era común verlo a Pepe en la cancha cuando el covid-19 lo permitía. El cuarto elemento en la reunión fue Carlos Montero, actual tesorero xeneize, designado al frente de la Sindicatura General de la Nación por el presidente de la Nación.
Si bien en campaña Ameal, peronista de toda la vida, aseguró que la política partidaria no se iba a meter en el club como durante el mandato de Daniel Angelici, es claro que esta alianza entre los dos clubes más poderosos va a accionar como contrapeso de la AFA de Chiqui Tapia, a quien le han reclamado más dinero por la distribución del dinero por los derechos al exterior. La presencia de Albistur y Montero en el cónclave solo refuerzo la intención que tenía el gobierno nacional en la época pre-pandemia de salir a marcarle la cancha al yerno de Hugo Moyano, a quien incluso le fogonearon potenciales competidores internos para el sillón de Viamonte.
El año pasado recorrió Hurligham, donde River tiene el predio donde entrenan los juveniles, con el intendente Juan Zabaleta, y fue invitado a un acto donde estuvo Fernández, en donde se formalizaron las reformas en la universidad local. D’Onofrio no siente que tenga una presión para definir rápidamente si va a jugar o no en las legislativas, pero también es cierto que por el momento, deja la presidencia en diciembre, y por su edad, va a cumplir 72 en abril, este sería el momento indicado.
Mientras tanto, es uno de los actores que coordina la unidad para que el oficialismo llegue sin fisuras a las elecciones donde seguramente, como pasó en San Lorenzo y Racing en 2019 y 2020, ganen cómodamente. La fórmula, de no mediar cambios, sería Jorge Brito hijo como presidente, Matias Patanian como vicepresidente primero y Stefano Di Carlo en la vicepresidencia segunda. Tras la muerte del padre del banquero, a fines del año pasado, se tejieron especulaciones sobre si iba a encabezar la fórmula, pero ya aseguró que piensa hacerlo. Hombre fuerte del Banco Macro, actualmente es vicepresidente de Adeba, la asociación que nuclea a los bancos nacionales.
Patanian, que fue vicepresidente segundo en la primera gestión y se corrió en la segunda, es vicepresidente de Aeropuertos Argentina 2000, empresa en la que trabaja desde hace más de 20 años. Di Carlo representa la pata joven, tiene 31 años, una agencia de comunicación y una historia familiar larga con el club ya que su bissbuelo fue dirigente en la primera mitad de siglo XX y su abuelo Osvaldo llegó a ser presidente en 1989, cuando completó el mandato de Hugo Santilli, padre de Diego y Darío, prosecretario del club, que había asumido como presidente del Banco Nación en el inicio del menemismo. En 2018 le ganó la pelea interna a Darío Santilli, reemplazó a Cascio tras su fallecimiento y se convirtió en el vicepresidente más joven en la historia del club.
Distintas fuentes que conocen la vida interna de club reconocen que constantemente hay intentos por parte del oficialismo y de la oposición de poder meterse en el armado político de club, pero que no resultaría tan sencillo a pesar la presencia de varios hombres con cargos en distintas administraciones y las simpatías que hay y abarcan a todos los partidos importantes. El otro tema que va a tener que trabajar este año el club es la deuda financiera, que supera los 1.000 millones de pesos, aunque todavía no tiene una cantidad significativa de cheques rechazados como les pasa a otros clubes.
D’Onofrio sabe que, como pasó con varios dirigentes en los últimos años como Macri o Matias Lammens, un club de fútbol puede ser el salto a las grandes ligas de la política nacional. Él tiene la pelota, pero todavía no decidió que hacer con ella.