Entre el abanico de candidatos que Juntos por el Cambio presenta para 2023, el intendente de Coronel Rosales, Mariano Uset, se inclina por Joaquín de la Torre: “Me encantaría que fuera nuestro próximo gobernador”, dice a Letra P. Reclama “federalismo” en la antesala de la batalla legislativa en la Sexta, la sección que este año elegirá diputados y está siempre eclipsada por el poderío electoral de Bahía Blanca. “Si se pone difícil, insistiremos en bloque con los intendentes de interior”, avisa, y afirma que con otros dos jefes comunales ya tienen grupo para salir la cancha: Sur.
Critica –sin identificarlos– a algunos funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal y pide que el próximo gobernador sea bonaerense: “Necesitamos gente que interprete que el sur de la provincia de Buenos Aires es Carmen de Patagones, no Lanús”, torea.
-¿Cómo viene trabajando a nivel regional?
-En la Sexta sección, en los ejecutivos municipales se perdió un distrito y se sumó otro. Se sumó Saavedra y se perdió Coronel Suárez. La ciudad cabecera de la sección es Bahía Blanca y tenemos una distribución de la representación legislativa con mucha carga en Bahía Blanca y se pierde un poco la vista del interior.
-¿Trabajan para que Coronel Rosales logre imponer un candidato en la lista legislativa?
-Vamos a intentarlo, y si se pone difícil insistiremos en bloque con los intendentes del interior. Queremos federalizar más la Sexta y tener mayor representación. Los intendentes no pretendemos tener la lapicera, pero sí al menos poder participar de ese proceso y que no sean anuncios que nos enteramos por los medios de que hay listas conformadas en Bahía Blanca con funcionarios de Héctor (Gay, intendente bahiense). Esta es una zona con intendentes con muy buena performance, tenemos un capital político y merecemos formar parte del armado. Quizás en las primeras elecciones pudimos haber sido apurados, dejados a un costado, pero ahora pretendemos sentarnos y participar de esta discusión
-¿Ya lo están charlando?
-No, sólo mediáticamente. Hay una mirada sobre algunas renovaciones que no se harían de referentes muy importantes como Santiago (Nardelli), Rosío (Antinori)… son perfiles muy interesantes para seguir manteniéndolos en la Cámara, pero ante esas vacancias estamos expectantes de que por fin Rosales o el interior tenga mayor presencia en las listas
-Son muchos los anotados para pelear por la gobernación en 2023: Macri, Ritondo, Carrió, Posse, De la Torre, Monzó, Santilli. ¿Por quién se inclina?
-El próximo candidato a gobernador tiene que ser de la provincia de Buenos Aires. Sería muy interesante que podamos contar con un intendente o con un exintendente, porque son quienes mejor pueden interpretar las necesidades que tienen los municipios. En una provincia como esta, dependiente del centralismo de La Plata, nos encontramos con funcionarios importados a los que les cuesta entender qué es lo que pasa en San Isidro y en Coronel Rosales. Necesitamos gente que interprete que el sur de la provincia de Buenos Aires es Carmen de Patagones, no Lanús. En esta lista hay varios intendentes. Con Jorge estamos trabajando mucho en este scrum político que estamos haciendo, seguimos con mucha atención a un amigo como Joaquín, me encantaría que fuese nuestro próximo gobernador. Y a Gustavo no lo conozco mucho, pero por lo pronto es un intendente. Pretendemos tener alguien con el que nos sintamos un poco más identificados.
-¿Quedó conforme con el gobierno de Vidal?
-El balance general es positivo porque pudimos recuperar tiempo perdido en cuanto a la federalización de fondos para obras, cercanía, pero uno tiene autocrítica. A veces nos costaba convencer a la tropa propia sobre las necesidades que teníamos en el interior, porque los funcionarios con los que nos teníamos que sentar poco habían salido más allá de la General Paz. También decimos que nos faltó hacer un poco más de peronismo, porque a la hora de ser tan estrictos con algunas cuestiones, en algunos aspectos, se nos escapó la política.
-¿Tiene vínculo con el grupo Dorrego?
-Los vemos funcionar. Nos apalancamos en esa construcción para poder gestionar y nos ha dado muchos resultados. No me veo sentado a esa mesa, pero es una mesa que acompaño porque nos permite participar de algunas discusiones. A veces, estos frentes surgen para obtener visibilidad.
-¿Hay grupo de intendentes del interior?
-Estamos conformando un grupo con intendentes del interior que quedamos bautizados como Sur, que compartimos problemáticas comunes. Estamos los intendentes de Carmen de Patagones (José Zara), Coronel Pringles (Lisandro Matzkin) y nosotros.
Cruce con la oposición
-¿Qué sucedió con el concejal del Frente de Todos, Luis Coca?
-Durante una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante manifestó “si fuera por mí, no le bajo ni agua a Coronel Rosales”. Lo dijo en una región que está con una emergencia hídrica importante, donde tenemos graves problemas en el suministro de agua potable. El tema es muy sensible, porque hay barrios enteros sin servicio, pero en lo particular me agrega la duda de si las cosas que no están saliendo no salen porque ésta es la postura que toman los referentes locales de La Cámpora, en este caso, indicándole a las autoridades provinciales que no avancen con lo que se han comprometido.
-¿Qué le dicen las autoridades provinciales?
-Los funcionarios de ABSA y el subsecretario de Recursos Hídricos, Guillermo Jelinski, me transmitieron tranquilidad, y me dijeron que no hay ninguna indicación de algún tipo de arbitrio negativo.
-¿Son comunes estos cruces?
-Nunca respondo pero el tema es sensible. Y es absolutamente atípico que para que al gobierno municipal le vaya mal sean capaces de gestionar en contrario. Uno supone que, a veces, buscan evitar favorecer una gestión en base a las diferencias locales o por la ambición de querer posicionarse como espacio local. Es una cosa muy neronista, no peronista. Si no lo puedo hacer yo, incendio Roma. Muy Nerón, Nerón.