La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, destacó los resultados de la medida implementada en el barrio Villa Azul donde se logró detener los contagios. “Si no hubiésemos tomado las medidas que tomamos, hoy en lugar de tener 344 casos tendríamos 3.000”, dijo, y resaltó que, “si realmente nos indigna las villas donde vive la gente hacinada, hay que plantear la urbanización de los barrios populares de Argentina y que sea una política de Estado”.
En este sentido, Mendoza señaló que “no puede ser que un solo gobierno se haga cargo de esto. Uno tiene que poder pensar y planificar para construir mil casas como las que se necesitan en el barrio Villa Azul. Pero quizás eso tarda más de lo que dura una gestión, por eso esto tiene que ser una política más allá de los gobiernos y debemos buscar las herramientas que nos permitan concretarla”.
Cabe destacar que tanto el presidente Alberto Fernández como el gobernador Axel Kicillof se comprometieron a llevar adelante la urbanización del barrio. “Villa Azul –había asegurado el Presidente– es el ejemplo más claro de la injusticia. No es posible que haya gente en situación de hacinamiento, sin cloacas, compartiendo baños, hay que remediar eso que la pandemia dejó expuesta”.
Sobre la decisión de terminar con el aislamiento comunitario en el barrio Villa Azul, la intendenta explicó: “Nos vemos con la posibilidad de hacer este aislamiento focalizado sobre las familias con casos positivos. Hacemos un control más exhaustivo para que puedan cumplir con la cuarentena”. Esto, gracias a la baja tasa de contagios y casos positivos de coronavirus que se produjeron en los últimos días.
A raíz de la mejora sanitaria registrada en las últimas dos semanas, los municipios de Quilmes y Avellaneda, en conjunto con los gobiernos nacional y provincial, determinaron el cambio de esa zona compartida por ambas comunas.