El gobierno de Tierra del Fuego oficializó su decisión de limitar a tres horas el tiempo que los habitantes tienen para salir a realizar sus compras en medio de la pandemia. La decisión conlleva una novedad que desata polémica: los vecinos serán controlados mediante una aplicación geoposicional para el celular. Según oficializó la ministra de gobierno, Adriana Chaperón, los fueguinos deberán cargar allí sus datos personales para circular en las tres localidades de la isla.
La medida generó la reacción del arco opositor, y juristas de la provincia se manifestaron en contra. El manifiesto más duro llego desde Río Grande, la localidad que catapultó al gobernador Gustavo Melella.
“Esta pretendida conducta gubernamental resulta claramente violatoria en derechos previstos en nuestra Constitución Nacional, el derecho a la circulación y el derecho civil a la intimidad”, sostiene el texto difundido por el Colegio de Abogados de la ciudad industrial.
Al contar el método de control, la ministra Chaperón dijo que se encenderá un código QR en color verde que significa habilitado para salir, y comenzará a correr el tiempo para realizar las compras. “La policía scaneará el código en cada control para verificar que todo esté en orden. Si el horario se cumple, el código se pondrá rojo y la persona quedará inhabilitada para circular”, explicó la funcionaria.
Desde distintos sectores se criticó la decisión del gobierno. Aducen la app que el gobernador saca a la calle “exige acceso total a la tarjeta de memoria (fotos, archivos), contactos (…) acceso completo a la red”. Hay quienes afirman que detrás del método para controlar la salida en cuarentena administrada se esconde la intención de recabar datos.