Reportaje | Débora Indarte

“La pandemia muestra la cara más miserable de algunos dirigentes”

La diputada peronista acusó a exfuncionarios macristas de “vender pescado podrido” en medio de la crisis. Aun así, rescató a los intendentes de ese espacio. La herencia y el equilibrio de Kicillof.

La diputada provincial del Frente de Todos Débora Indarte aseguró que desde que se desató la pandemia los principales dirigentes del oficialismo y de la oposición decidieron saltar la grieta y hacer una autocrítica sobre las actitudes que los separaban. De hecho se refirió a un nuevo paradigma para continuar a futuro. De todos modos, hizo un alto en esta idea y apuntó contra exfuncionarios de Juntos por el Cambio que están “vendiendo pescado podrido” en medio de la crisis por el coronavirus.

 

“La pandemia muestra la cara más miserable de algunos dirigentes”, resumió la referente del peronismo marplatense, en diálogo con Letra P. Puso a salvo a los intendentes de la oposición, quienes a su entender sí comprendieron la gravedad del avance del COVID-19 y decidieron ponerse a disposición. “Estamos en constante contacto con ellos”, detalló. Además, la legisladora por la Quinta sección electoral describió la herencia que recibió el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y cómo está construyendo legitimidad en la población.

 

 

 

-¿Qué rol tienen los legisladores en esta crisis?

 

-Las puertas de la Legislatura están cerradas pero seguimos trabajando con otra lógica. Hoy estamos mucho en el nexo entre ministros e intendentes, tanto oficialistas como opositores. La idea es articular las políticas del Ejecutivo con organismos como PAMI o IOMA, en el territorio. De nada sirve hoy presentar un proyecto aislado. De hecho, durante la campaña logramos presentar unos 50 proyectos, como reflejo de lo que nos fueron acercando, pero ahora cambió todo.

 

-¿Dice que la prioridad está puesta fuera de la Legislatura?                             

 

-Hoy necesitamos más que presentar proyectos individuales articular con las diferentes localidades. El gobernador nos pidió desde el primer momento que acerquemos inquietudes y trabajemos todos juntos. Si el coronavirus cambió la estructura de una casa, imaginemos cómo es a nivel gubernamental. Por eso tenemos que saber que hoy tenemos otra provincia, que ya traía varias dificultades y a la que hay que buscarle otra salida a la crisis.

 

 

 

-¿Cuál es la principal problemática que observa en los distritos?

 

-A mí me toca la Quinta sección, donde somos 27 municipios, y tengo estructuras grandes como Mar del Plata y, otras, chicas, como Tordillo. Sin embargo, a todos les preocupa por igual lo sanitario. A todos los distritos les faltaban camas. Pero ningún país en el mundo tenía las camas que tenía que tener para considerarse preparado para esto. Pero todos tienen la cercanía que deben tener con los organismos y sus vecinos. También con los legisladores, no importa el color político. Hoy tenemos una cercanía real. Nosotros usábamos la consigna que es “entre todos” y acá verdaderamente lo es. No hay lugar para el oportunismo político. Se está viendo y trabajando muy bien con todos los intendentes.

 

-¿Eso significa que se terminó la grieta?

 

-También hay que decir que la pandemia muestra la cara más miserable de muchas personas. Me refiero a los dirigentes que en muchos casos han tenido responsabilidades de gobierno muy importantes y hoy están vendiendo pescado podrido. Los mismos que nos vendieron el verso de que estaban dejando el país y la provincia mucho mejor. Por suerte son pocos, pero con los intendentes se está trabajando muy bien.

 

“La pandemia muestra la cara más miserable de muchas personas. Me refiero a los dirigentes que han tenido responsabilidades de gobierno y hoy están vendiendo pescado podrido.”

-¿Cree que puede haber un cambio en ese sentido?

 

-Esto va a cambiar a la dirigencia política. Vamos a tener una dirigencia más constructiva y responsable. De hecho, hoy vemos que tenemos críticas constructivas del que hace y no la crítica destructiva de los que están viendo cómo pegarnos desde el sillón de sus casas sin hacer nada.

 

-¿La diferencia que hace entre unos y otros responde a las responsabilidades de gestión que tienen los intendentes?

 

-Simplemente están demostrando lo que eran. Se aprovechan de la situación y me parece que no es momento para hacerlo. Hoy está en juego la vida de las personas.

 

-¿Hay autocrítica sobre el hecho de haber llegado a un acuerdo político recién en esta instancia?

 

-Por supuesto. Y el que no la hace no está comprendiendo lo que está pasando. Trabajar juntos ya es una forma de hacer una autocrítica y caminar sobre un nuevo paradigma. De lo contrario se seguiría actuando de la misma manera, con todo lo que tiene la grieta.

 

-¿Cómo se enmarca la provincia en este nuevo paradigma?

 

-Nos va a quedar otra provincia pero no sabemos cuál. Sin dudas va a quedar marcada la necesidad de que el Estado esté presente en la salud, en la educación y en incorporar a los que están en el sistema informal de trabajo. No es lo mismo vivir en un hogar donde hay una computadora que en uno en el que no la hay, porque hoy nuestros pibes no pueden acceder a la educación online. También se pide incorporar el lavado de manos, pero cuántas familias no tienen agua potable, ni cloacas... Esa es la provincia que tenemos y la que vamos a tener es peor.

 

“Esto va a cambiar a la dirigencia política. Vamos a tener una dirigencia más constructiva y responsable.”

-¿A qué hay que atenerse ante estas inequidades?

 

-Uno no sabe qué va a pasar mañana. Hasta cuándo va a durar esto. Pero es cierto que todos los indicadores ya estaban mal. Excepto el del sistema financiero. La pobreza, la salud, la educación, el desempleo, todo estaba detonado. No solo son los hospitales. De las 20 vacunas que tenemos en el sistema sólo tres se estaban dando. El panorama desde el que partimos era muy malo. Pero sabemos que el gobernador está atendiendo todas las problemáticas.

 

-¿De qué forma ve que Kicillof construye su liderazgo en esta crisis?

 

-Se puso la provincia al hombro. Pero no lo hizo solo. Fue junto a los intendentes. Está haciendo un trabajo con mucha responsabilidad y legitimando lo que dijo cuando asumió: cómo estaba la provincia y que el Estado tenía que estar presente. No fueron discursos baratos. Tenemos una deuda enorme en la provincia. La mayor deuda en el menor tiempo concentrado, lo cual es un horror histórico. Dónde está la plata esa. ¿La tenemos en salud, educación o infraestructura? No. Y siguen hablando de manera irresponsable, mientras otros están poniendo el hombro para sacar adelante esta provincia.

 

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