En diálogo con Letra P, la secretaria de Provincias, Silvina Batakis, detalló cómo se distribuirán los fondos asignados. Afirmó que la posibilidad de que los distritos emitan bonos está "totalmente descartada", comparó la situación con 2001 y aseguró que "la dicotomía entre salud y economía es falsa".
-¿Cómo se conforma el monto de 120.000 millones de pesos que el Gobierno va a girar a las provincias?
-Por dos fuentes financieras distintas. Una es el fondo de Aportes del Tesoro de la Nación (ATN), que maneja el Ministerio de Interior, que son 60.000 millones de pesos. Y la otra es la capitalización del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, que depende la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía. Son créditos blandos, a solicitud de las provincias, y, una vez que los solicitan, se les pide información que acredite el desequilibrio financiero por el cual lo necesitan.
-¿Cómo se distribuyen?
-Los 60.000 millones de pesos de ATN pueden distribuirse por desequilibrios financieros o por emergencia. El miércoles hicimos la primera distribución, que fueron 20.000 millones de pesos, y decidimos hacerla por índice de coparticipación. Antes de esto, ya habíamos hecho una asistencia anterior, entre el 26 de marzo y el 3 de abril, de 6.000 millones. Eso se hizo en un 80% de acuerdo al índica de coparticipación y otro 20%, en función del índice de población proyectada según INDEC para 2020. Usamos criterios objetivos. Si eventualmente alguna provincia llegase a estar mucho más complicada con alguna emergencia sanitaria, veremos otro criterio. Además, en el Ministerio del Interior vamos a manejar un fondo de 65 millones de dólares, de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y Fonplata, para las provincias y las ciudades grandes. En esto también entra el Gobierno de la Ciudad, que no recibe ATN. Vamos a otorgar un millón de dólares a cada provincia, incluida la Ciudad, y también a los municipios grandes. Se puede usar para lo sanitario, lo social y los sistemas de seguridad, para tratar de controlar el aislamiento.
-¿Para qué pueden usar los fondos las provincias?
-Se usan según el criterio de cada provincia. La realidad de los distritos es totalmente heterogénea. Hay provincias que ya venían con dificultades de pago de sueldos. Y, si lo usaron para eso, también implica tratar de que la economía no se caiga tanto, porque en algunas provincias el empleo público es muy fuerte y, si el empleo público no tiene ingresos, la economía se cae aún más. Hay otras provincias que lo usan para equipamiento hospitalario. Está bien. Mientras sea para paliar situaciones de crisis sanitaria o económica en forma directa o indirecta no hay problema.
-Antes la dificultades para afrontar obligaciones, algunos gobernadores hablaron de la necesidad de emitir cuasimonedas. Con esta ayuda financiera, ¿esto está descartado?
-Sí, totalmente descartado. No tiene nada que ver con la situación económica que estamos viviendo. Obviamente, la crisis económica es fuerte, severa. Podríamos llegar a compararla con la peor crisis de Argentina, que fue en 2001. A nivel mundial, se compara con la posguerra, con la crisis del ´29. Hoy reina la incertidumbre. No sabemos si va a ser más grave o más leve que esas crisis pero no tiene que ver con 2001, porque en ese momento no había pesos en la economía argentina porque la convertibilidad impedía emitir. Hoy, todos los países están emitiendo. Alemania, Estados Unidos... Están usando medidas súper heterodoxas. Y Argentina venía con una rigidez muy fuerte en la emisión monetaria.
-¿Eso no podría generar inflación?
-Con la recesión que hay, no va a generar inflación. No va a haber más de lo que teníamos previsto, no parece ser un problema. Y, por otra parte, que los gobernadores hayan visto que tenían el dinero en sus cuentas tiene que ser un freno a esta idea de las cuasimonedas.
-¿Podrían hacerlo igual?
-Está prohibido por ley. Para poder emitir cuasimonedas, primero deberían salirse de la ley de Responsabilidad Fiscal a través de sus legislaturas. Y, si lo hiciesen, el Gobierno nacional podría dejar de enviarles recursos o financiamiento de cualquier tipo de programa que no estuviera vinculado con los recursos de coparticipación. De todas formas, lo dijo algún gobernador, de Córdoba, La Rioja. Lo entiendo, no es una crítica, pero creo que es más un mensaje de que la están pasando mal. El gobernador de Tierra del Fuego dijo que no van a poder pagar sueldos. Van a poder hacerlo, pero empiezan a sentir la presión de la falta de recursos y es entendible el estrés, la angustia.
-Frente a los pedidos de flexibilización de la cuarentena, terminó primando el criterio sanitario. ¿Cuál es su mirada desde el punto de vista de la escasez de recursos que tiene el país?
-Primó la sanitario en la reunión que tuvieron los gobernadores con el Presidente, también teniendo en cuenta los antecedentes a nivel mundial. Los países que le dieron prioridad a lo económico, como Brasil, Inglaterra o Estados Unidos, hoy tienen colapsados sus sistemas sanitarios y también la economía, con más de 10 mil muertos. La dicotomía entre salud y economía es falsa. Lo que hay que priorizar es la salud, el sistema sanitario, y tomar medidas en lo económico en paralelo. No esperar a ver qué pasa. Por eso la creación de este fondo, la inyección de dinero, los créditos para las pymes. Por supuesto, el grado de incertidumbre con el que trabajamos es muy fuerte, pero estamos tratando de tener instrumentos desde ahora.