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El nuevo Massa: de animal mediático a soldado territorial

Cumple a rajatabla con el diseño de campaña que trazó con Alberto F. y CFK para fidelizar el voto propio. Bajó el perfil en los medios nacionales y habla solo en las recorridas. Las novedosas cenas.

Ya no llega tarde a los lugares donde todos lo esperan y su voz no se escucha a cada rato en radios y canales nacionales. Con perfil bajo, un Sergio Massa ordenado y metódico, cumple a rajatabla el plan de campaña del Frente de Todos, que trazó con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, en el que se le asignó la tarea de fidelizar el voto propio en sus territorios y atraer al opositor blando.

 

“Yo lo vengo escuchando. El otro día tuvimos el encuentro con Axel (Kicillof), (Verónica) Magario y los intendentes. Después estuvo en San Fernando, en Necochea. Lo que nosotros estamos haciendo en eso, una especie de economía de fuerza, nos vamos distribuyendo los roles y el territorio para poder alcanzar a todos”, respondió el sábado Luana Volnovich en Radio Con Vos cuando le consultaron por qué el primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires había abandonado su altísimo perfil mediático tras el cierre de la alianza para trabajar de manera silenciosa en la campaña.

 

La decisión de Massa de correrse del foco de los medios nacionales para dejarle paso a lo que en el búnker del Frente Renovador llaman “coordinación territorial eficaz” es parte de los lineamientos que los candidatos de Todos trazaron en la cena que el tigrense compartió con Cristina, Alberto, Kicillof, Magario y los intendentes en la casa de Jorge Ferraresi, en Avellaneda, a fines de junio.

 

 

Aquel encuentro, que marcó el primer cara a cara entre Massa y la ex presidenta después de la conformación del frente electoral, fue clave en la división de trabajo de los diferentes actores del espacio y le asignó al líder del Frente Renovador la tarea de fidelizar su voto en la Primera sección electoral, once distritos del interior de la provincia de Buenos Aires y las provincias en las que tuvo buen desempeño electoral en 2015, como Jujuy.

 

Comprometido con la causa, Massa se lanzó a la recorrida de municipios bonaerenses, solo o con Kicillof, según el caso, y planificó para el jueves y viernes de esta semana un desembarco en Jujuy junto al candidato presidencial. Antes, hará un paso por Escobar, Dolores, y General Lavalle, donde volverá a implementar su nueva táctica, que consiste en concertar una visita a la casa de alguna familia local y quedarse a cenar. La reunión se extiende durante dos o tres horas, en las que Massa mantiene conversaciones con los anfitriones, charla y responde todo tipo de preguntas. La primera visita se realizó la semana pasada en Junín, donde acompañado por el ex intendente y actual candidato de esa ciudad, Mario Meoni, y las diputadas Mirta Tundis y Valeria Arata, Massa cenó en la casa de Rosa María “Rosita”, del barrio Picaflor, junto a sus familiares, vecinos y amigos.

 

Las “bajadas” territoriales le dieron a Massa la oportunidad de reducir la “híper exposición mediática” que tuvo antes del cierre de listas para conversar, en el marco de las visitas, solo con medios locales. En efecto, para fines de esta semana ya tiene en agenda entrevistas con medios jujeños, según informaron a Letra P desde las oficinas de Avenida del Libertador.

 

Para sorpresa de varios dirigentes, el acople del massismo con el kirchnerismo generó menos ruidos desde la conformación del Frente de Todos que los que la tropa propia le provocó a Fernández, a juzgar por la polémica que provocó en las últimas horas el economista Guillermo Nielsen en sus declaraciones sobre Kicillof.

 

 

 

 

“Desde que Sergio tomó la definición política, se puso a trabajar para el espacio y para que Alberto sea presidente”, dicen en el Frente Renovador, donde remarcan la influencia del asesor Antoni Gutiérrez Rubí, el catalán cuyos consejos en comunicación Massa acata con un orden pocas veces visto y que coordina acciones con el ala política, que comandan los diputados Raúl Pérez, Cecilia Moreau y Diego Bossio. “Ahora llega 15 minutos antes”, bromen en el búnker massista, a sabiendas de que las eternas demoras se habían convertido en una irritante marca registrada del candidato.

 

Fue Gutiérrez Rubí, precisamente, el autor del decálogo de razones para votar a Alberto que Massa escribió en su cuenta de Twitter el 7 de julio, con el que dio una muestra de generosidad y compromiso tal vez inusitados para quien llegó a 2019 con ambiciones presidenciales. Tanto en el albertismo como en el Instituto Patria celebraron el gesto y la predisposición. Fernández lo volvió a poner en carrera para la Rosada. “Sos joven, vas a ser presidente”, le vaticinó.

 

Massa no solo comprometió su participación personal en la campaña. Como publicó Letra P, el líder del Frente Renovador también les pidió a los suyos que le pongan el cuerpo a la campaña. Su esposa, la concejala Malena Galmarini, su cuñado, el director del Banco Provincia Sebastián Galmarini, y todos los dirigentes que forman el Frente Renovador están lanzados a la tarea de juntar votos para lograr la victoria del Frente de Todos.   

 

Gonzalo Mórtola, exasesor de Mauricio Macri
Massa Kicillof Kirchner

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