En una carrera donde se juega todo y en la búsqueda de sumar la mayor cantidad de votos posibles, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, decidió inclinar la balanza en San Fernando y ubicar allí a uno de sus funcionarios de máxima confianza y de amplio conocimiento en materia electoral, Alex Campbell, en reemplazo de la concejala Agustina Ciarletta y para competir con el diputado bonaerense Juan Andreotti, hijo del actual jefe comunal, Luis Andreotti.
Si bien las chances en este distrito del conurbano norte no son muy altas para Juntos por un Cambio, la decisión, confirmada a este portal por fuentes del oficialismo, apunta a sumar una mayor cantidad de votos, ya que Campbell es uno de los funcionarios vidalistas con mayor presencia territorial.
Desde su puesto de subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales, Campbell tiene contacto directo con todos los intendentes del oficialismo y la oposición y forma parte de los equipos de campaña. De hecho, fue quien promovió con mayor fuerza, en la lógica de alimentar candidatos PRO puros, a Ciarletta.
Luis Andreotti, intendente del Frente Renovador que inició su primer mandato en 2011 después de obtener casi 44% de los votos en las elecciones de ese y fue reelecto en 2015 con más del 50%, es una de las pocas figuras fuertes del massismo que, según acuerdan propios y ajenos, tiene un nuevo mandato asegurado.
Su decisión de ceder la candidatura a la intendencia a su hijo se encuadra en una jugada estratégica del jefe comunal, pero que ayuda al escenario electoral de Vidal.
Andreotti proyecta un intercambio del mando con su hijo, ya que la ley electoral lo limita a dos intendencias consecutivas, a riesgo de jugar sobre la línea de la victoria, ya que nadie puede asegurar que el diputado conserve el caudal de votos que ha obtenido su padre.
La decisión abre una pequeña ventana a la gobernadora, quien decidió entonces jugar esta pulseada con su funcionario de confianza.
