Este jueves, ocho días después del despido masivo de periodistas de sus diferentes medios, el Grupo Clarín enfrió el conflicto anunciando la reincorporación de cuatro de los 65 despedidos. El gesto ocurrió pese a la ausencia del Ministerio de Producción y Trabajo a cargo de Dante Sica, que en los nueves días que lleva el conflicto no dio señales de querer intervenir.
Apenas notificadas las desvinculaciones, el miércoles 17, los abogados del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) realizaron una presentación ante la Secretaría de Trabajo, que conduce Lucas Fernández Aparicio, para reclamar que se convoque una mesa de negociación entre directivos del grupo y los representantes de los trabajadores. En paralelo, una asamblea resolvía el inicio de las medidas de fuerza en los medios afectados y que, en esa oportunidad, duró 12 horas.
En lugar de convocar a las tradicionales audiencias de conciliación, Sica y Aparicio se corrieron de la escena y dejaron como única representación oficial al robusto operativo policial que se desplegó desde el minuto cero del conflicto en la puerta de la tradicional redacción de la calle Tacuarí.
Después del naufragio del plan oficial de congelamiento de precios y apremiados por el creciente mal humor social y sindical, los funcionario eligieron no interferir en los planes del principal holding mediático y se abstuvieron de dictar una conciliación obligatoria. Curiosamente, en el mismo período que se desarrollaba el conflicto en Clarín, sí ordenaron retrotraer las medidas frente al reclamo salarial de la Unión Obrera Metalúrgica y el del frente ferroviario.
Pese a la ausencia oficial, los gremialistas y directivos concretaron varias reuniones en las que la empresa reiteró su decisión de prescindir de los 65 trabajadores despedidos y ofreció una mejora en las indemnizaciones y la continuidad, por seis meses o un año, del pago de la prepaga con la que tienen un convenio, algo que por ahora no fue aceptado por el SiPreBA. Finalmente, en una reunión convocada el jueves a última hora, Clarín ofreció la reincorporación de cuatro despedidos y se empezaron a dar pasos hacia una posible solución del conflicto.
Durante los últimos días, se concretaron tres ceses de actividades, algo que desde hace tres lustros no ocurría en Clarín. Los paros escalonados empezaron en 12 horas, después fueron de 24 y finalmente se realizó uno de 48 horas, que concluyó al mediodía de este jueves. En paralelo se hizo una quita de firma en la edición impresa de Clarín, aplauzasos y otras actividades dentro y fuera de las oficinas del medio en el barrio de Constitución.