En General Pueyrredón el último mensaje del intendente Carlos Arroyo ante el cuerpo de concejales estuvo atravesado por la definición de la presidencia del cuerpo. Tras una extensa negociación, el jefe comunal perdió la pulseada y debió aceptar la continuidad de un representante adverso a su administración. “Políticamente, tienen serios inconvenientes”, criticó un concejal de la oposición.
Luego de varias horas de demora, la sesión preparatoria del Concejo Deliberante culminó con un duro revés para Arroyo: pese a su intención de imponer a Alejandro Carrancio como nuevo presidente del cuerpo, las actuales autoridades fueron ratificadas. La situación dejó al oficialismo ante un escenario adverso en el recinto, teniendo en cuenta que la presidencia fue consensuada entre el radicalismo y varios sectores de la oposición que revalidaron la titularidad de Guillermo Sáenz Saralegui.
Tras un cuarto intermedio, Arroyo pronunció un discurso de dos horas durante el cual trazó un balance de su gestión y enumeró los objetivos de su último año de mandato. Así, ahondó sobre lo hecho en materia de vialidad, alumbrado, salud, educación, cultura, tránsito y asistencia social, entre otros temas.
El mensaje fue cuestionado por la oposición. Marcos Gutiérrez, concejal de Unidad Ciudadana, dijo a Letra P haber visto a "un Arroyo muy debilitado en materia política”, teniendo en cuenta las definiciones recientes del Concejo y la interna en que se sumergirá Cambiemos en ese distrito.
“Intentó mencionar parte de los logros que se dieron en el 2018, pero fueron muy pobres. La gestión deja mucho que desear”, sintetizó el edil kirchnerista. Y agregó que, en línea con “el gobierno nacional y provincial, intentó deslindar responsabilidades en la oposición sin dar precisiones”.
De cara al resto del año y a las puertas del turno electoral, el concejal dijo que “el intendente, políticamente, tienen serios inconvenientes por delante, los que van a ir avanzando en los próximos meses, sobre todo en lo referente a la interna de Cambiemos”.
“Como jefe comunal no se puede dejar de reconocer errores. Si lo hace deja de reconocer capacidades para avanzar sobre nuevas propuestas", concluyó Gutiérrez.