Persiste el conflicto

Astillero: los trabajadores advierten por suspensiones y falta de insumos

Afirmaron que la situación laboral “no se resolvió” y que la Provincia aún incumple con las actas firmadas el año pasado. “La fábrica está completamente descuidada”, enfatizaron.

A pesar de los cambios que efectuó el Ejecutivo provincial en la cúpula del Astillero Río Santiago a comienzos de este año, el escenario conflictivo persiste en la naviera estatal. Los trabajadores advirtieron que durante el primer mes de 2019 “la situación laboral no se resolvió” y que el gobierno de María Eugenia Vidal aún incumple las actas firmadas el año pasado, tendientes a reactivar el complejo y dotarlo de los insumos necesarios para su funcionamiento, además de garantizar las fuentes de trabajo.

 

“La empresa no se reactivó, lejos de eso, tenemos una plaga de cucarachas producto de que se suspendieron las fumigaciones en vestuarios y comedor. Con esa excusa nos tienen trabajando jornadas de cinco horas y media, nos suspenden los turnos noche y nos dieron repetidos asuetos”, enfatizaron los operarios para dar cuenta de una escalada de suspensiones sin previo aviso.

 

En esa línea, remarcaron: “Los trabajadores seguimos siendo hostigados y sufriendo desgaste psicológico: compañeros con procesos judiciales, intimaciones de la justicia, sancionados sin justificativo, cuyas sanciones se leen en los portones de la fábrica en listados a la hora del ingreso. La liquidación de sueldos es completamente aleatoria (a unos les pagan una cosa, a otros, otra), el bono de vacaciones se liquidó distinto para jornalizados y mensualizados dividiendo a los compañeros y ninguno cumple con lo pautado en nuestro convenio colectivo”.
 

 


Al subrayaron que “los aumentos acordados en la paritaria no se vieron reflejados en el sueldo de los compañeros”, advirtieron: “Seguimos sin cobrar premio a la eficiencia y sin que nos devuelvan lo injustamente descontado por vacaciones. Los contratos de nuestros compañeros becados quedaron congelados y no fueron pasados a planta permanente como veníamos reclamando desde el año pasado”.

 

Asimismo, denunciaron que no cuentan con los insumos necesarios para desarrollaron sus actividades: “Ropa y elementos de seguridad ya son un lujo a esta altura. No hay ni siquiera agua potable en los talleres para hidratarnos con estas jornadas calurosas. El ascensor que se cobró la vida de nuestro compañero Chiro hace tres años, todavía no está habilitado. Es un trámite de $1200 pero nadie se quiere hacer responsable de la firma”, apuntaron.


 


Y añadieron: “La grúa del dique flotante que se hundió con el temporal de octubre nunca la reflotaron para reparar el dique. Los contratos pendientes por remolcadores siguen congelados. Las cartas de crédito para los Bulk Carriers no se destrabaron. Los insumos que nos prometieron para el Eva Perón siguen trabados en aduana. Las LICA no sólo no avanzan sino que nadie dice nada del tema, como si no existieran. El centro de mecanizado PAMA para hacer torres eólicas sigue en cajas en un taller sin ser instalado”.

 

Tras un 2018 signado por el conflicto, Daniel Capdevila renunció al frente de Astillero Río Santiago (ARS) y fue reemplazado a principios de este año por Héctor Calvente, un hombre de confianza del ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, que desde mayo del año pasado se venía desempeñando en la naviera estatal como gerente de Asuntos Jurídicos y Relaciones Institucionales.

 

Sin embargo, las cosas no cambiaron según los trabajadores: “La fábrica está completamente descuidada, venimos pidiendo hace rato que desraticen por la situación del hanta virus y la proximidad al río que aumenta el número de roedores en el predio pero no escuchan nuestro reclamo”.

 

Máximo Kirchner en la marcha. (Foto: Victoria Gesualdi) 
Monumento a las víctimas del Terrorismo de Estado en el Parque nacional de la Memoria

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