El resultado provisorio del ballotage celebrado este domingo en Uruguay dio una diferencia de apenas 30 mil votos a favor del candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou. Como la cantidad de votos observados, es decir los votos de autoridades de mesa y custodias, supera los 35 mil, el candidato oficialista Daniel Martínez pidió esperar los resultados definitivos, que estarían para el viernes. Lacalle, por su parte, aunque evitó proclamarse formalmente ganador, dijo que estaba seguro de que el escrutinio final lo consagraría presidente y lamentó que Martínez no lo reconociera.
En números, escrutado el 99,44% de los votos, la fórmula integrada por Lacalle Pou y Beatriz Argimon obtenía 1.161.990 votos y la de Martínez y Graciela Villar 1.131.931. Los votos observados eran 35.092, mientras que los votos en blanco llegaban a 36.786 y los anulados, a 53.271.
La posibilidad de que el Frente Amplio dé vuelta los resultados es mínima, porque debería obtener una mayoría abrumadora (cerca del 90%) de los votos observados. De todos modos, ambos candidatos coincidieron en esperar el veredicto final de la Corte electoral.
Con los resultados frescos, cabe destacar algunos puntos:
- El Partido Nacional ganó en todos los departamentos del interior excepto en Canelones. Allí y en Montevideo ganó el Frente Amplio. Aunque históricamente fue así, en 2014, Tabaré Vázquez había ganado en gran parte del interior del país. Ahora volvió a darse vuelta la situación y el FA vuelve a ser esencialmente urbano.
- Lacalle Pou logró retener la mayoría de los votos opositores en el marco de lo que llamó la “alianza multicolor”, que incluye a todos los partidos opositores con representación parlamentaria, desde el histórico Partido Colorado hasta el novel Cabildo Abierto, pasando por dos fuerzas menores como el Independiente y el de la Gente.
- El Frente Amplio logró una amplia remontada que le permitió, sin alianzas, subir al menos diez puntos de lo obtenido en la primera vuelta. La intervención del ex presidente Pepe Mujica estaría en el haber, así como el rechazo a un giro a la derecha que implicaría ajustes económicos y políticas de “mano dura” en materia de seguridad.
- La alianza de Lacalle con el ex general Guido Manini Ríos, líder del nacionalista Cabildo Abierto, así como un comunicado del centro de ex militares saludando que se terminaría “el clima de marxismo imperante en el país” con la eventual salida del FA del poder, parecerían haber ayudado a la campaña del “miedo” a Lacalle emprendida por el progresismo.