La negativa de la Casa Rosada a interpretar el alzamiento cívico policial en Bolivia contra el gobierno de Evo Morales como un golpe de Estado abrió una grieta en el interior de Cambiemos o, más puntualmente, en la UCR. Pese a que el presidente del interbloque, Mario Negri, logró este martes consensuar un texto más moderado en línea con la postura de la Cancillería argentina, un grupo de al menos cinco legisladores se plantó y obligó a un recálculo en plena sesión.
La dificultad radical en una cuestión de organización parlamentaria. El primer texto que se debatirá en el recinto será el que presentó de manera consensuada el peronismo, encabezado por Felipe Solá. Ese proyecto de declaración propone un repudio al “golpe de Estado” contra el gobierno de Bolivia que encabeza Morales. Sin eufemismos ni peros. El debate del radicalismo pasa por la postura que tomarán al momento de la votación de ese proyecto, teniendo en cuenta que todos los diputados de la UCR acuerdan con ese concepto, a contramano de la Rosada.
En la UCR descuentan que, una vez que el peronismo logre aprobar su proyecto, abandonará el recinto, sin que se llegue a debatir los otros dos textos presentados: el que logró consensuar Cambiemos y el que presentó por su cuenta el bloque de Martín Lousteau. Por eso, un sector liderado por la cordobesa Brenda Austin, planteó en la reunión de bloque que la gravedad de los hechos no habilita abstención alguna. Lo que entiende el grupo de rebeldes radicales es que la tradición democrática histórica del centenario partido se vería herida ante una abstención ante un caso tan delicado.
A esta crisis se suma además, y justamente, el proyecto alternativo que presentó el bloque Evolución, conducido por Lousteau –que, igualmente, no está presente en la sesión de este miércoles-. Mientras la UCR acató la línea oficial de la Casa Rosada y se ordenó con el PRO y la Coalición Cívica ARI en un texto que rechaza “cualquier golpe contra la democracia”, evitando pronunciarse específicamente sobre el caso boliviano , el proyecto de Evolución –bloque que responde al mandato remoto del histórico operador Enrique “Coti” Nosiglia- propone en su primera oración “expresar su repudio ante el golpe de Estado perpetrado en el Estado Plurinacional de Bolivia”. Una marcada de cancha no menor en medio de las crudas internas radicales que se juegan en el palacio legislativo.
La mención del concepto “golpe de Estado” en el proyecto de resolución que presentó Cambiemos fue parte de la discusión que cruzó a cerca de 70 diputados del interbloque en la reunión que mantuvieron el martes en la Cámara baja. Durante tres horas, los diputados Silvia Lospennato (PRO) y Facundo Suárez Lastra (UCR) trabajaron en el texto que intentaron abonar con distintos aportes y que buscaron que satisficiera a todos los actores.
Las diferencias fueron claras. El radicalismo, con Suárez Lastra a la cabeza, insistió una y otra vez en que el proyecto debía repudiar ante todo el golpe de Estado, un concepto que la Casa Rosada, con el presidente Mauricio Macri a la cabeza, se negó sistemáticamente a utilizar. Negri intentó mediar para consensuar con la posición de la Rosada y el texto salió con una fórmula más moderada.