El titular de la Asamblea Nacional (parlamento) de Venezuela y autoproclamado presidente encargado (interino), con amplio reconocimiento internacional, Juan Guaidó, le pidió al secretario general de la ONU, António Guterres, que active los "mecanismos de apoyo" para enfrentar la "crisis humanitaria" en su país.
"Le escribo para solicitar la activación de los mecanismos de apoyo temprano y gestión de crisis del sistema de Naciones Unidas y todas las agencias con mandato de apoyo y prevención en áreas de ayuda humanitaria", pidió en una carta abierta publicada en su cuenta de Twitter.
"Hay millones de víctimas que sufren por no tener acceso a salud, seguridad alimentaria, educación y seguridad", enfatizó, a la vez que adelantó que "en un futuro próximo" invitará a la comunidad internacional a Venezuela para "establecer la mejor estrategia para asegurar el financiamiento de la asistencia humanitaria en un período de transición”.
Hasta el momento, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no ha reconocido a Guaidó como mandatario interno y ha seguido pidiendo un diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro para alcanzar una solución pacífica a la crisis.
En los últimos tres años y por la creciente escasez de alimentos, medicamentos y bienes básicos, alrededor del 7% de la población venezolana -unas 2,3 millones de personas- abandonó el país y se instaló, en su mayoría en países vecinos y de la región, entre ellos Argentina. Otras cifras elevan el éxodo a unas 4 millones de personas.
Se trata de una migración masiva inédita tanto para Venezuela como para la región.
La ONU hace tiempo que sigue esta situación humanitaria y, por eso, ya confirmó que la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, visitará ese país.
La profunda crisis institucional que vive Venezuela no solo se instaló en sus agencias humanitarias sino también en el Consejo de Seguridad de la ONU, que el sábado mantuvo una reunión convocada por Estados Unidos para tratar el caso, lo que dejó al desnudo las diferencias entre Washington, aliado de Guaidó, y Rusia, aliada de Maduro.
Creció además la tensión entre el gobierno de Maduro y potencias europeas, que le exigieron una convocatoria a elecciones anticipadas para superar la crisis, bajo advertencia de que, si no lo hace, reconocerán a su rival como presidente legítimo..