A 24 años del atentado a la AMIA, los familiares de las víctimas criticaron –sin nombrarlo- al ministro de Justicia, Germán Garavano, por la virtual intervención de la Unidad Especial de Investigación sobre el ataque y el desplazamiento de su anterior titular, Mario Cimadevilla.
“Vimos cómo la Secretaría era desguazada entre pelas internas de funcionarios. Se privilegió ganar una pelea personal antes que ayudar en las investigaciones”, disparó Mario Averbuch, familiar de una de las víctimas y uno de los oradores del acto, en referencia a la disputa entre el ministro y el ex senador radical por Chubut.
Vale recordar que la medida fue tomada por el ministro Garavano en el marco del decreto presidencial 174 de reducción del 25% de los cargos políticos, que dispuso cambios en todas las carteras del gabinete.
De esta forma, la Unidad Especial de Investigación AMIA pasó a convertirse en Secretaría y quedó bajo la órbita del Programa Verdad y Justicia de la secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, que depende de Claudio Avruj.
Además, previamente, cambios de abogados en la Unidad Especial habían dado un giro fuerte a la postura del Estado, que por influencia de Garavano, afirman los familiares críticos, hizo que no se pidieran en el juicio por encubrimiento condenas contra los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, lo que motivó una denuncia judicial de Cimadevilla contra el ministro por presunto encubrimiento y "amiguismo".
“No sabemos nada de la existencia, ni cuáles son los resultados de sus acciones”, cuestionó Averbuch desde el palco y ante la mirada del jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, y el propio secretario de Derechos Humanos.
“Los familiares no tenemos objetivos políticos y no nos vamos a dejar llevar a ningún lugar en donde se juegan intereses que no son los nuestro que es saber la verdad y que se haga justicia”, advirtió.
Asimismo, dijo que “la justicia deber ser capaz de mandar un mensaje a la sociedad de que es independiente”, pero “ese mensaje no existe y es un daño para la sociedad”.
Más temprano, Diana Malamud, integrante de Memoria Activa, había criticado “los tejes y manejes de la Justicia” y también lamentado la disolución de la Unidad AMIA. “Varios de los acusados son amigos de Garavano y del ex titular de la DAIA”, aseguró en declaraciones a Radio 10.
“Esperemos que los jueces no se rindan ante las presiones que deben estar recibiendo por parte del Poder Ejecutivo”, agregó.
Desde temprano, decenas de personas llegaron a la sede de la entidad, ubicada sobre Pasteur al 633, en el barrio porteño de Balvanera, para recordar a los fallecidos en el ataque terrorista de 1994.
En ese contexto, el presidente de la AMIA, Agustín Zbar, pidió "el involucramiento de todo el gobierno nacional" para lograr capturar a los responsables del hecho.
"No podemos permitir que los acusados iraníes puedan traspasar las fronteras de su país, donde se los protege, con tanta impunidad. Tenemos que hacer más para atraparlos y que rindan cuentas en la Argentina", sostuvo.
El acto fue conducido por el periodista Luis Novaresio, y uno de los oradores fue el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Los familiares de las víctimas encendieron una vela por cada uno de los muertos, mientras que Sara Garfunkel, madre de Alberto Nisman, prendió otra en memoria de su hijo, el fallecido fiscal que estaba a cargo de la causa AMIA.
A su turno, Almagro sostuvo que el atentado a la mutual "nos hace sentir el horror cerca" y resaltó que "la sociedad entera no puede tolerar la impunidad" de los responsables. "Somos todos argentinos y somos todos judíos cuando recordamos a las personas que murieron a causa de una expresión brutal del odio", señaló el secretario general de la OEA.