BOGOTÁ (enviado especial) - Marca registrada en la región, Colombia tiene también una fuerte concentración de medios de comunicación, los que han mostrado de manera casi uniforme su respaldo a Iván Duque de cara a la segunda vuelta presidencial de este domingo y han criticado fuertemente al candidato de la izquierda, Gustavo Petro. La senadora electa e histórica dirigente de la izquierda colombiana, Aída Avella, en entrevista con Letra P, apuntó a ellos por el descreimiento de parte de la población en el proceso de paz y los acusó de ser financiados con dinero de la corrupción y el narcotráfico.
En rigor, el dinero del tráfico de drogas se ha expandido por toda Colombia a gran velocidad, de derecha a izquierda, y se ha acusado de ser financiados por él no solo a los grandes medios sino a varios ex presidentes como Alvaro Uribe y Ernesto Samper, la guerrilla de las FARC, grandes clubes de fútbol, famosos artistas, etcétera. La novedad es que ahora han desembarcado en el país los carteles mexicanos y ni la guerra frontal que Uribe planteó a las FARC ni la paz que promovió el presidente Juan Manuel Santos lograron terminar con ese flagelo.
Avella es una exponente de la violenta historia política de Colombia. Unión Patriótica, partido del que forma parte, fue conformado por ex guerrilleros de las FARC desmovilizados a fines de los 80, pero su intento de participar de la vida democrática fue ahogado en sangre con el asesinato de cientos de sus líderes, habiendo sido la propia Avella víctima de un atentado.
BIO. Aída Yolanda Avella Esquivel nació en Sogamoso, Boyacá. Es psicóloga egresada de la Universidad Nacional de Bogotá. Actualmente es senadora electa por la Lista de la Decencia, que acompañó la candidatura presidencial de Gustavo Petro. Militante comunista, fue presidenta del partido Unión Patriótica, surgido tras los anteriores acuerdos de paz entre las FARC y el Estado colombiano a fines de los 80. Fue concejal en Bogotá entre 1992 y 1996 y candidata a vicepresidente en 2014, acompañando la postulación de Clara López.
-¿Qué expectativas tiene para la elección de este domingo?
-Va a ganar Gustavo Petro. Los congresistas que hemos sido parte de la Lista de la Decencia (ndr: que acompañó la candidatura de Petro) lo hemos visto cuando salimos a los barrios, a los mercados, a los parques, cuando vamos a las universidades, cuando nos reunimos con los ambientalistas, con los animalistas. La gente realmente quiere un cambio en este país, estamos fatigados. Dos siglos manejados por 150 familias, que roban por todos los costados, que hundieron a Colombia en la corrupción, que le entregaron nuestra producción agrícola a las transnacionales, por los tratados de libre comercio. Este país tiene que cambiar. Además abandonaron a la Colombia profunda, que no tiene carreteras, que tampoco tiene trabajo, tampoco tiene esperanzas, porque se las han quitado estos que han gobernado el país y que no han servido sino para enriquecerse personalmente y para hacer enriquecer a sus familias y a sus amigos. Este país necesita que sus ingresos y su riqueza se distribuya entre todos los colombianos sin excepción.
-¿Porque hoy la izquierda es opción de poder y no lo fue antes?
-Porque Gustavo Petro ha sido una opción para la unidad. Primero, para el Congreso, hicimos una lista que muchos analistas políticos decían que ni siquiera iba a pasar el umbral. Lo pasamos, elegimos cuatro senadores, dos representantes, estamos en este momento mirando las elecciones del 2019, pero igualmente porque Gustavo ha tenido la facilidad de la pedagogía política, Lo acompañé en más de cuarenta plazas de este país y la pedagogía que él hizo es inédita en la historia de Colombia. Sus largos discursos, pero también sus explicaciones, llegaron a la gente. Tal vez hubo una o dos palabras que la gente común no entendía, pero eso se corrigió. Creo que Colombia no conocía esa forma de hacer política ni una serie de ideas que habían hecho los grandes, no solamente los caudillos sino también los políticos que pensaron en Colombia de una manera diferente pero fueron asesinados. El reflejo del país es ya no más el de las 150 familias, ya no son más los corruptos, ya no es más el TLC, ya no es más la expoliación que han hecho de Colombia con la explotación del petróleo, con la explotación de los minerales. Somos un país muy rico y somos el segundo país más desigual de América Latina. La gente ha entendido el mensaje: si cambiamos, todos esos que están bajo la sombrilla del otro señor, verán una Presidencia distinta, fresca, diferente, en la que hay que escuchar a los ciudadanos pero también hay que actuar. Creo que eso lo han visto en poquito tiempo. Cuando Petro estuvo en la Alcaldía de Bogotá, le hicieron la vida imposible, pero el pueblo salió y lo respaldó, por eso no lo pudieron sacar. Esperamos además que el pueblo nos ayude en el Parlamento, para lograr grandes cosas que no han querido hacer los que han estado dos siglos detrás del Parlamento y podemos hacer ahora.
-¿Cómo seguiría en una eventual Presidencia de Petro el acuerdo con las FARC?
-Los que caminamos este país, la Colombia profunda, los departamentos alejados, lo que vemos es que la gente está contenta porque se respira otro ambiente. Podemos citar departamentos como El Chocó, Meta, Arauca, fuertemente tocados por la violencia, donde, sin embargo, hoy en día la gente dice "esto sí que ha servido". Lo concreto es que el acuerdo de paz ha servido mucho para que esto se produzca. La gente entendió y además creo que todas las mentiras que inventaron los grandes medios de comunicación, que comen de la corrupción, porque ellos son grandes porque la corrupción les ha ayudado, porque, en la campaña electoral, ¿quiénes son los que pagan las grandes campañas publicitarias? Pues esos corruptos y también parte del narcotráfico que influye también en esta campaña. Esta campaña tiene muchísimo dinero, aquí no hay campañas, no hay maquinarias electorales, lo que hay en Colombia son maquinarias de dinero sucio, de dinero de la corrupción, del narcotráfico, que han posibilitado incluso que tengan una mayoría en el Congreso con dinero que facilitan la compra de votos. Todavía hay compra de votos en Colombia, pero quedó demostrado en las elecciones del 27 de mayo, que la gente tiene otro pensamiento, que nos aprestamos a hacer otras cosas y que posiblemente seamos la sorpresa electoral.
-¿Que pasaría con la economía en un Gobierno de izquierda?
-Aquí no miran sino a Venezuela, pero no miran las cosas que han pasado, por ejemplo, en Ecuador. Nosotros no tenemos las vías que tiene Ecuador, no tenemos la consistencia económica que tiene ese país. Tampoco miran por ejemplo a Uruguay, que disminuyó la pobreza en términos muy grandes en el Gobierno de José Mujica, que es una persona surgida de Tupamaros. Creo que aquí en Colombia hay una tendencia a mirar a Venezuela muy fuertemente, pero no se mira a Colombia, que en estos momentos depende en buena parte de la exportación de petróleo y carbón. Nada más parecido que lo que están haciendo en Venezuela, en estos momentos en que no ha entrado la izquierda a gobernar, aquí en Colombia prácticamente acabaron los cultivos, acabaron el campo, lo mismo que hicieron hace muchos años en Venezuela, cuya economía gira alrededor del petróleo. Lo que nosotros queremos hacer es diversificar. ¿Por qué no miran economías como la chilena, que está basada en el agro y en el cobre, que es muy fuerte pese a que no tiene una gota de petróleo, no tiene las esmeraldas que tenemos en Colombia, no tiene hierro, no tiene el material del cemento, la caliza, la porcelana, no tiene nada parecido a la riqueza que tiene Colombia? Lo que pasa es que aquí (la riqueza) se la han apropiado unos pocos y sobre todo se la han llevado las trasnacionales. Creo que el día que los colombianos entendamos todos que el petróleo y el carbón van a ser de bajo consumo en el planeta, porque 195 países se reunieron en París en 2015 para firmar un acuerdo que es eso, que si no dejamos de consumir esos productos fósiles, vamos a llevar al planeta a la destrucción y no tendremos tierras ni para los unos ni para los otros. Creo que la propuesta de Petro es la más sensata en estos momentos respecto a variar la producción y respecto a no centrar nuestra economía. Y lo otro, los medios de comunicación, desde las 5 de la mañana hasta las 11 de la noche se mantienen repitiendo cosas que, salvo algunos periodistas que son buenos, les dicen los dueños de oligopolios como el señor Luis Carlos Sarmiento Angulo (ndr: la persona más rica de Colombia, dueño del Grupo Aval).
