Cuando la socia menor de Cambiemos, Elisa Carrió, utilizó un comunicado para corregir las palabras que le había dedicado a Mauricio Macri por TV, los funcionarios más cercanos al Presidente ratificaron la buena relación que existe entre ambos. “Pude haberme expresado mal, utilicé el término decente, cuando debí decir austero", escribió la diputada nacional para defenderse por encabezar la lista de legisladores nacionales que el año pasado canjearon por dinero los pasajes terrestres y aéreos que no utilizaron y que les paga el Congreso.
“Salvo la inesperada confusión entre decente y austero, que ya fue solucionada, no tenemos nada que decir”, contestó a Letra P un funcionario de Balcarce 50. La respuesta oficial buscó superar los momentos de zozobra vividos durante la tarde del lunes, cuando las críticas de la chaqueña aún no habían sido corregidas. “No tiene idea de lo que significa ser decente, hacer política decentemente”, dijo para defenderse Carrió. Hasta ese momento, en el Gobierno estaban satisfechos por la ventilación pública del canje de los pasajes, porque tenía un efecto similar a la cuarta mención que hizo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sobre los salarios que el Estado les paga a los obispos argentinos y a los miembros del Episcopado.
Pocas horas después de disparar verbalmente sobre la cuestionada ética presidencial, la mujer tuvo que retroceder sobre sus pasos. “Mi intención era explicar que el Presidente nunca tuvo que hacer una campaña austera como sí tuvimos que hacer nosotros varias veces, sin recursos y en auto por toda la Nación. Pido disculpas por el malentendido que se generó por este error”, sostuvo la mujer y con esas palabras les quitó una espina a los voceros presidenciales.
En la Casa Rosada esperaban que Carrió se defendiera sobre los pasajes canjeados, pero no que arremetiera contra la presunta decencia del Presidente. Cuando la mujer se autocorrigió, recuperó la estima del aparato comunicacional del Gobierno, cuyos escuderos destacan el rol de Carrió, que le permite a Cambiemos contener posiciones disímiles, dentro del inestable contrapunto público que la chaqueña mantiene con distintas figuras del oficialismo, como lo hizo hasta la semana pasada con el ministro de Justicia Germán Garavano, a quien le dedica más dardos que los que le depara la oposición.
En el mismo programa lo consideró “un poste”, pero no hubo retractación alguna al respecto. Tampoco la hubo sobre sus cuestionamientos a la política económica. "Le diría 'basta' al Gobierno. La clase media hoy está apretada, no le alcanza y deben comprender que las clases medias son las que hacen grande este país. Por eso me opongo al aumento de tarifas. Creo que se puede ir más despacio, más gradualismo. Yo volví a la mortadela, dejé el salmón y volví a la mortadela", ironizó.
Tras el entredicho, este martes el titular de la Cámara de Diputados Emilio Monzó comenzó a reunirse con los jefes de las bancadas para cambiar el sistema de pago de pasajes. En el medio, distintos diputados, como los radicales Hugo Marcucci (Santa Fe), Federico Zamarbide (Mendoza) y Claudia Najul (Mendoza) anunciaron su renuncia a ese beneficio, luego del escarnio público que atravesó su colega del PRO, Fernando Iglesias (Ciudad de Buenos Aires), que restituyó el dinero mediante una donación.
La lista de renunciantes podría engrosarse hasta que cambie el mecanismo, como bramó Carrió, pero también incluye hasta este martes al socialista Luis Contigiani (Santa Fe) y al representante del Partido Intransigente José Luis Ramón (Mendoza).
EL FALLIDO QUE NO FUE. Carrió estuvo obligada a corregirse, posiblemente por un pedido de la Casa Rosada, luego de su aparición este mismo lunes en el programa El Diario de Mariana, que se transmite por Canal 13. Lo hizo una semana después del extenso reportaje que Macri le concedió a la conductora Mariana Fabbiani, y a su elenco, en el mismo programa. La decisión presidencial de aceptar el reportaje los obligó a trasladarse a la residencia de Olivos. Carrió fue invitada al canal y en medio de las preguntas, se defendió de la polémica sobre los diputados nacionales que canjearon pasajes no utilizados durante el año pasado.
Según una nota publicada por el portal Infobae, la lista de canjeadores está liderada por Carrió y su colega Alberto Roberti (PJ), que cambiaron todos los tramos por tierra y aire con un costo total de 355.800 pesos. "Esto no estaba escondido. Yo hace 20 años les digo a los presidentes de las Cámaras: ustedes van a tener problemas, no nosotros. Pongan gastos de movilidad", disparó Carrió para defenderse y luego apuntó a su socio mayor, Macri, a quien dentro de la coalición responsabilizan por la ventilación de los datos. "Él viaja en helicóptero desde chiquito, así que no tiene problema, no tiene idea, viaja en aviones privados", dijo Carrió y luego arremetió: “No tiene idea de lo que significa ser decente, hacer política decentemente”.
La última frase, admiten algunos funcionarios a regañadientes, incomodó al Presidente y a parte de su círculo más cercano. Además de la molestia presidencial, la parrafada de Carrió se multiplicó por los medios y desató especulaciones sobre un posible fallido de la chaqueña. Ante las suspicacias de quienes eligieron interpretar las palabras de Carrió como el blanqueo público de un pensamiento in péctore, los voceros de la Coalición Cívica buscaron corregir el entuerto con un comunicado.