La mano invisible del Ejecutivo se empezó a ver en algunas acciones tomadas por el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. Por primera vez en siete meses, el organismo monetario abandonó la lógica interna de libre flotación del tipo de cambio, y le puso un freno a la escalada del dólar. En la jornada, el BCRA vendió entre U$S40 y U$S50 millones, permitiendo así que la divisa no se moviera del techo que pretende el Gobierno Nacional, en torno a los $20. Lo cierto es que esta movida -que llevó a los bancos privados a aportar a la causa con ventas por unos U$S30 millones- no produjo un gran movimiento hacia abajo: al cierre de la cotización, la divisa cerró en $20,52, unos dos centavos abajo del arranque de un lunes en el que había empezado a coquetear con los $21.
Macri aún respalda a Sturzenegger, pero le quitó el comando de algunas decisiones en el BCRA
La última vez que Sturzenegger había salido a apagar un incendio fue el 11 de agosto del 2017. En aquel entonces, se debió al dólar encendido que se dio en la previa a las PASO legislativas. Fue allí donde volcó al público unos U$S200 millones.
Desde el año pasado, en ocasión de la conferencia de prensa conjunta con Marcos Peña y los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne; y Finanzas, Luis Caputo, el Banco Central está virtualmente intervenido por la política del Gobierno de Cambiemos. Aquel hito en el que se anunció el cambio de la meta de inflación fue el certificado de muerte de la autonomía de la autoridad monetaria. No es casualidad que Nación quiera un dólar más controlado: el escenario de paritarias está al rojo vivo, y además la inflación no cede a los niveles que pretende la administración de Mauricio Macri.
Naturalmente, cerca de Sturzenegger no se sienten cómodos con este tipo de manejos. Tanto que no son pocos los amigos del funcionario que le vienen diciendo desde diciembre que debe correrse del cargo para evitar que el avasallamiento de la política sobre el Central sea aún mayor. Pero Sturzenegger, miembro fundador del PRO, sostiene en privado que lo que está en juego es el proyecto de Cambiemos, y que quiere lo mejor para el presidente. "Las fluctuaciones (del tipo de cambio) son parte del sistema, la gente se tiene que acostumbrar a que suba y baje", dijo Sturzeneger en diciembre del año pasado Sturzzenegger. Las cosas cambian.