La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, había dicho que el superclásico entre Boca Juniors y River Plate que debía disputarse este sábado a las 17 horas en el estadio Monumental, pero que fue demorado por los incidentes contra el colectivo que trasladaba al equipo de la ribera se podía jugar con público visitante. Para Bullrich estaban dadas las garantías ya que Argentina sería sede de la cumbre del G20, que se iniciará dentro de cinco días.
El encuentro de vuelta debía jugarse, inicialmente, el miércoles 28 de noviembre pero fue adelantado por la cumbre del G20 que se inicia el próximo viernes en la ciudad de Buenos Aires. La encargada de dotar de seguridad, primero, al partido de fútbol y luego al encuentro de líderes mundiales, se encuentra en la mira. Burrlich había anunciado un fuerte control, incluso que el Gobierno detectaría en solo dos horas a quienes realicen amenazas telefónicas con motivo del encuentro. Lo dijo el pasado 8 de noviembre durante una entrevista al canal Todo Noticias.
A la par, el presidente Mauricio Macri, también había pedido que las finales entre Boca y River sean con público visitante.
La semana que viene llegarán al país, presidentes como Vladimir Putín (Rusia), Donald Trump (Estados Unidos), Ángela Merkel (Alemania), Theresa May (Primera Ministra de Inglaterra), Shinzo Abe (Primer Ministro de Japón), Xi Jinping (China), entre otros. Bullrich, insiste en que la seguridad está garantizada.