“Emilio (Monzó) avisó, pero la historia dirá si lo hizo a tiempo, o si fue sobre el filo del de las definiciones”, explicó un funcionario que reporta al presidente Mauricio Macri para bajarle el tono a la controversia interna sobre la estrategia que utilizó el oficialismo para evitar que el kirchnerismo, el massismo y el bloque Argentina Federal se quedaran con dos representantes en el Consejo de la Magistratura. El saldo fue la pérdida de un lugar para el radicalismo dentro del organismo encargado de la remoción y designación de jueces.
El revés dentro del Congreso fue interpretado cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, como un movimiento “premonitorio” de la capacidad de fuego del peronismo en un escenario de unidad, pero también fue transitado con resignación por distintos funcionarios de la Casa Rosada. Algunos cargaron las tintas sobre las espadas del oficialismo dentro del Congreso, otros apuntaron al radicalismo y otros prefirieron ampararse en la fatalidad de la minoría que tiene Cambiemos en las dos cámaras.
“No es una novedad, ya sabemos que pueden hacerlo. Lo hicieron con la ley antidespidos, luego con la ley de emergencia económica y ahora jugaron sus números con el Consejo de la Magistratura y volvieron a hacerlo. Esto confirma que las negras también juegan”, resumió un alto funcionario de Balcarce 50 para definir la pulseada como un juego de damas, donde curiosamente una de las ganadoras fue la diputada del Frente Renovador, Graciela Camaño, también conocida cariñosamente por sus compañeros de bancada como “La Negra”.
En el Congreso no coinciden con las lecturas políticas que retumban en Balcarce 50. Mucho menos en la Cámara de Diputados, que preside Monzó. “Es un disparate que ahora deslicen que Emilio avisó a destiempo. La muestra está en todas las firmas que buscó (El jefe del bloque PRO) Nicolás Massot para evitar que eso sucediera. Eso fue acompañado por avisos al Ejecutivo”, retrucó una fuente legislativa que rompió el silencio para contrarrestar los mensajes de la Casa Rosada.
“La verdad es que no se podía hacer mucho. Camaño hizo una jugada inteligente que era muy difícil de revertir. Tenían los votos para hacerlo y lo hicieron. Aunque se hubiera previsto con anticipación no había mucho que hacer”, contestó otro funcionario con despacho en el Ministerio de Justicia, que controla Germán Garavano. Cerca del funcionario se muestran comprensivos con el malestar que destiló este lunes el radicalismo, porque la movida dejó afuera al diputado Mario Negri, que aguardaba ocupar el segundo sillón de Cambiemos junto al macrista Luis Tonelli. “Es lógico que tiren la bronca. Se entiende porque la Coalición Cívica no para de quejarse, con las amenazas de Elisa Carrió y en esto quedó fortalecida porque al menos se llevó un suplente. Los radicales quedaron completamente afuera”, razonó la fuente en referencia a la designación del “lilito” Juan Manuel López como consejero suplente. En las oficinas de la cartera judicial también prefieren despegar a los integrantes de la “Mesa” de operadores que reporta a Garavano y que habría llevado adelante negociaciones en el Congreso.
En otro despacho del Ejecutivo no se mostraron tan comprensivos con los pronunciamientos de la UCR. “Esto es un problema de Negri y de la desubicación que tienen, porque no tenían un solo candidato para el Consejo, tenían tres, y eso muestra que no podían ponerse de acuerdo ni entre ellos. Eso no se solucionaba con ninguna alerta temprana, por más temprana que fuera”, atajó otro escudero del PRO que eligió librar de toda responsabilidad a Monzó, Massot y al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que condujo la negociación del Presupuesto en nombre del Ejecutivo.
La interpretación contrasta con algunos hombres del radicalismo que prefieren apuntar sobre los integrantes del “ala política”. “Se lavaron las manos y si avisaron, avisaron tarde y dejaron que las cosas sucedieran sin más, porque sabían que Tonelli no corría riesgo, sino nosotros”, bramó un hombre que se identifica con la conducción del partido centenario. "Cambiemos necesita una evaluación de su mesa política para hablar de todo lo que viene pasando”, agregó otro escudero boiniblanco dentro del Congreso para anticipar los planteos del partido ante este nuevo crujido interno.
“El Presidente fue claro con los radicales: el Ejecutivo no es un cuerpo colegiado, gobierna el PRO y conduce una alianza parlamentaria dentro del Congreso, donde somos minoría”, redondeó otro funcionario amarillo que aguarda un recrudecimiento del debate en los medios durante lo que resta de esta semana corta, pero valora el reclamo tardío del radicalismo ventilado a la prensa sobre el cierre del lunes feriado.