De la mano del recrudecimiento de la crisis económica y afectados por la disparada inflacionaria, los salarios de los trabajadores registrados experimentará este año la caída más pronunciada de las últimas décadas. Todas las actividades perderán al menos 10% de poder adquisitivo, con picos del 17,3%. Si se mide desde el cuarto trimestre de 2015, cuando Cambiemos llegó al poder, el poder de compra de los asalariados trepa en algunos casos al 25%.
Así se desprende de un informe del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, que ponderó la evolución de los ingresos en diez actividades productivas.
Pese a la cláusula de renegociación y los acuerdos de reapertura de paritarias, el desplome no reconoce un piso y tiene su exponente más dramático en los trabajadores de la Administración Pública Nacional (APN), que entre el tercer trimestre del año pasado y el de este año, perderán un 17% de sus ingresos. Si el período de estudio se extendiera al inicio de la gestión de Mauricio Macri, y según las proyecciones de inflación para lo que resta del año, el equipo que dirige el abogado Luis Campos calcula que la caída va a superar el 25%. Un cuarto del salario perdido en tres años.
El sector que ocupa el segundo sector en pérdida de poder adquisitivo es el textil que, sacudido por la apertura de las importaciones, cayó un 18% en los últimos tres años, pero se prevé que alcanzará la caída experimentada por los trabajadores estatales cuando concluya este año, cuando impacte la inflación del final de año. El ranking de perdedores lo completan los metalúrgicos, que perderán hasta un 19% en estos tres años, y el transporte de carga, con un 19,5%.
Según el estudio, el sector menos afectado es el de los mecánicos, que “sólo” perdió un 4,4% desde el inicio del gobierno macrista.
Una parte importante del deterioro salarial se habrá producido a lo largo del 2018, "tanto en aquellas actividades que ya llevaron adelante una revisión del primer acuerdo salarial como en aquellas otras que todavía tienen pendiente esta negociación", sostiene el trabajo. “En comparación con el último trimestre de 2017, el retroceso del salario de convenio en términos reales en todas las actividades relevadas supera el 10% y en algunas de ellas se acerca al 20%”, indican desde el observatorio.
El trabajo distingue, además, tres momentos diferenciados en la depreciación del salario. "Una primera etapa de ajuste en el primer semestre de 2016, un período de relativo estancamiento entre mediados de 2016 y las elecciones de octubre de 2017 y una nueva fase de caída del salario real desde noviembre de 2017”, señala el documento.
En este sentido, el estudio advierte que de no mediar una reapertura generalizada de las negociaciones salariales “el retroceso de los ingresos de los trabajadores y las trabajadoras durante el 2018 será el más importante desde la crisis de 2002”.