Antes que Cristina Fernández de Kirchner llegara al predio ubicado en Florencio Varela, en esa espera de más de dos horas hasta el acto central, el lugar era una especie de recreo, un pic nic al aire libre en un domingo de sol. Con música en vivo, juegos de pelota y hasta saltos estilo pogo, cuando la canción militante inspiraba a alguno de los tantos grupos prevenientes de Berazategui, La Matanza, Presidente Perón, Ensenada y otras comunas peronistas del Gran Buenos Aires.
La ex presidenta, candidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana por la provincia de Buenos Aires, ganadora por cantidad de votos de las PASO, lanzó su campaña oficial para las elecciones de octubre y jugó fuerte varias cartas.
La primera, apuró al gobierno de Cambiemos, el espacio que casi empató las primarias y que, en esta coyuntura electoral polarizada, resulta el único rival de Unidad Ciudadana, a un “diálogo público nacional”.
“Nosotros estamos dispuestos a un diálogo público nacional para discutir los grandes problemas de la Argentina, porque ésta es una elección legislativa y el Gobierno tiene aún dos años más de gestión y nosotros queremos que lo haga mejor, que cambie el rumbo”, afirmó la candidata.
CFK golpeó con el guante a su sucesor, el presidente Mauricio Macri, y le espetó: “Porque la grieta, que tanto le preocupa a algunos, es una grieta social, económica y de trabajo”, dijo.
“Queremos dialogar en público, sin prejuicios y sin preconceptos”, afirmó la ex mandataria.
La polarización de las PASO, que transformó casi en un ballotage a la elección legislativa, deja con un horizonte electoral muy complejo para CFK. Ya que se presume que los espacios opositores que obtuvieron el tercer y cuarto lugar (1País y el Frente Cumplir) podrían orientar su voto hacia Cambiemos.
Por eso días atrás, CFK se dirigió a esos votantes y les pidió el voto.
“Las PASO nos dio la razón y, más que discutir entre los que pensamos igual y podemos tener alguna diferencia, debemos construir una oposición seria, que es lo que la sociedad nos está demandando”.
La carta de la ex mandataria había motivado el rechazo de los candidatos Sergio Massa, de 1País, y Florencio Randazzo, de Cumplir. Pero CFK esquivó esos nombres y ajustó su discurso al pedido de unidad de la oposición y en contra del gobierno de Cambiemos. “Por eso escribí la carta, que no era para los dirigentes sino para los electores” aclaró.
Y afirmó que “hay momentos en que hay que deponer las diferencias, porque si hasta ahora tuvimos una primera etapa del ajuste, después de octubre se viene le gran ajuste”.
Con el respaldo de los intendentes peronistas del conurbano, ubicados en una grada central en el centro del escenario, además de los candidatos legislativos, CFK desarrolló su discurso mientras caminaba una pasarella especialmente montada para la ocasión.
Antes, había tomado la palabra el candidato al senado nacional, segundo en la lista, Jorge Taiana. El ex canciller, fue una de las figuras estelares del evento.
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“Dentro de 25 días se eligen senadores, y lo que está en discusión es si el tercero será Jorge o Gladys” afirmó la ex mandataria, al referirse a su candidato y a su oponente de Cambiemos, Gladys González.
“La trayectoria de Taiana, su historia, su compromiso, también su sufrimiento porque fue uno de los detenidos por la dictadura, lo hacen un gran candidato” dijo CKF.
Y recordó con picardía, “también nos peleamos un poco pero después nos amigamos” en alusión a Taiana fue el eje del discurso, una candidatura a la que volvió cuando llegaba al cierre de sus palabras.
“Quiero volver a Jorge, quiero saber si están dispuestos a darle un cheque en blanco al Gobierno para que siga el ajuste o estamos dispuestos a convencer, a trabajar para que Taiana sea senador, porque Jorge tiene que ser el tercer senador por la Provincia de Buenos Aires”, aseguró.
“Porque este “senador” no va a levantar la mano para votar nada que sea contra los intereses de la gente, no esperan de él que entregue la soberanía de Malvinas, para la precarización laboral, ni endeudar al país”, remarcó la mandataria.
Y dijo, casi como remate de sus palabras: “Desde Arsenal hasta aquí han pasado cosas graves”, en recuerdo al primer acto que realizó este año, cuando aún no había confirmado su candidatura.
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El lugar elegido para el acto de lanzamiento no fue casual, se trata de la una comuna peronista que desde 1992 comanda el intendente Julio Pereyra, quien se presenta ahora como candidato a diputado provincial por la Tercera sección.
Tampoco fue casual la vuelta a la mística peronista que se imprimió en esta actividad proselitista.
En las inmediaciones y dentro del predio, hubo choripán, bombos y artículos varios con las figuras de CFK, Eva Perón y los ex presidentes Néstor Kirchner y Juan Domingo Perón.
La actividad territorial estuvo organizada por Pereyra y el aparato del PJ bonaerense, a cargo de Fernando Espinoza, es intendente de La Matanza y candidato a diputado nacional.
Aunque la logística de la ex mandataria, estuvo a cargo de su círculo más cercano, encabezado por el diputado nacional Máximo Kirchner, y sus pares de bloque Horacio Pietragalla y Mayra Mendoza, entre otros.
Ellos fueron los encargados de atender la llegada de la ex presidenta, de organizar la previa -muy cerrada: apenas pudieron ingresar algunos concejales y los integrantes de H.I.J.O.S. Provincia de Buenos Aires- y durante el acto mantuvieron un prefil bajo, más abocados a la organización y repercusión de la actividad.
Del acto participaron los intendentes Walter Festa (Moreno), Gustavo Menéndez (Merlo), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Marisa Fassi (Cañuelas), Juan Pablo De Jesús (La Costa), Francisco Durañona (Areco), Mario Secco (Ensenada), Fernando Gray (Echeverría), Aníbal Regueiro (Presidente Perón), Mariano Cascallares (Brown), Ariel Sujarchuck (Escobar) y Alberto Descalzo (Ituzaingó) y legisladores provinciales y nacionales de La Campora y el peronismo.