Este miércoles, el ministro de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, visitará las comunas de Daireaux y Bolívar, para observar la situación de las zonas inundadas y para dialogar con los productores. Ambos son distritos de jefatura comunal opositora, el primero de Unidad Ciudadana (Alejandro Acervo) y el segundo del Frente Justicialista Cumplir (Eduardo Bali Bucca).
Esos distritos, no son los únicos que soportan por estas horas el avance de las aguas. En toda la región oeste de la provincia, que abarca varias secciones electorales como la séptima, la sexta y la cuarta, la zona rural se encuentra en una crítica situación.
El plan de obras hídrico, anunciado por la gobernadora, María Eugenia Vidal en abril de 2016, que contiene infraestructura mayor y reparaciones menores, se encuentra en estado de demora debido, según indican desde el Ejecutivo, a la situación de inundación de la región.
Cuando las aguas bajen, podrán continuar con lo previsto, aseguran. Y aunque todos coinciden con este diagnóstico, muchos intendentes alertan sobre la proliferación de canales clandestinos, que complican aún más el panorama. Y legisladores de la oposición reclaman mayor atención al tema.
“Se habla, se hacen reuniones, pero no hay respuestas. Hay una situación crítica, una inundación profunda, y no se le está dando la importancia debida” indica a este portal la presidenta de la comisión de asuntos agrarios de la Cámara de Diputados, María del Huerto Ratto.
En las elecciones PASO, el gobierno de Cambiemos logró superar en votos al resto de los espacios políticos en todo el interior bonaerense.
Allí, el oficialismo tiene la mayoría de las jefaturas comunales, y una relación amigable con las entidades rurales. De hecho, el jefe de gabinete de Agroindustria, Jorge Srodek fue vicepresidente de Carbap.
Esta situación atempera los reclamos, aunque no los elimina.
El voto mayoritario de Cambiemos en el interior nivela en alguna medida la merma que hay en el conurbano, por lo que el gobierno no puede desatender este territorio.
Sarquís es el encargado de moderar la situación, aunque no cuenta con muchas herramientas para salir del paso.
Su cartera tiene el presupuesto más bajo de todo el gabinete, después del ministerio de Ciencia y Tecnología, que hace tiempo quedó rezagado en él reparto.
La estrategia de “decir la verdad” sobre la situación de infraestructura y el tiempo que demorarán las obras para aliviar la situación, resulto positiva en el primer test electoral.
Aunque desde el gobierno imaginan que no alcanzará para octubre, por eso, apuran obras de asfalto en rutas y pavimentación de caminos rurales, para mostrar algunos avances reales en una situación que viene de larga data.