El intendente de Mercedes, Juan Ignacio Ustarroz se encamina hacia su primera prueba electoral, en un margen muy lábil entre la moderación y la rebeldía opositora, propia de su origen camporista.
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El intendente de Mercedes, Juan Ignacio Ustarroz se encamina hacia su primera prueba electoral, en un margen muy lábil entre la moderación y la rebeldía opositora, propia de su origen camporista.
El jefe comunal llego a la intendencia con el aval de la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y la maquinaria electoral dispuesta por su primo, uno de los jefes de La Cámpora, y por entonces funcionario nacional, Wado De Pedro.
Pero tras la derrota electoral del Frente para la Victoria, a nivel nacional y bonaerense, “Juani”, como lo llaman, decidió resetear su discurso, cerrar acuerdos financieros de gestión, con el gobierno de María Eugenia Vidal, y asumir un bajo perfil.
A tal punto se mantuvo esa estrategia, que su espacio político parece responder más al orden vecinal que a una estructura de carácter nacional.
A diferencia de sus pares del Grupo Patria, y pese a ser la única intendencia camporista pura, Ustarroz buscó mantenerse al margen de las peleas mediáticas que tienen a CFK como principal contendiente.
El jefe comunal tiene en su hermano, el jefe de gabinete, Gerónimo Ustarroz, y en el subsecretario de Hacienda, David Valerga, sus dos principales espadas de gestión.
De hecho, se especula con la idea de que la lista de concejales sea encabezada por Gerónimo, y en plan de paridad de género, lo acompañe la Directora de Tránsito, Josefina Kelly.
En el caso de Valerga, la historia es menos familiar, y más vinculada con el enfrentamiento histórico que Ustarroz tuvo con el ex intendente, Carlos Selva.
El actual encargado de los números del municipio, fue uno de los hombres de confianza de Selva, y luego, quien intentara destituirlo vía Concejo Deliberante.
En 2005, Valerga fue el candidato a primer concejal en la lista del entonces jefe comunal, Selva, y dos años después, en 2007, y en su cargo de titular del HCD, su principal opositor, y uno de los que promovió el juicio político contra Selva, que finalmente no prosperó.
Enemigos.- Juani Ustarroz llegó a la intendencia de Mercedes luego de una pelea en capítulos, con Carlos Selva. El ex jefe comunal fue uno de los primeros dirigentes que apoyaron al entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, cuando este buscaba ganarle la presidencia a Carlos Menem. NK ganó y Selva también, y se mantuvo durante dos gestiones.
Pero en 2011, con CFK al mando, el avance camporista se sintió en Mercedes, donde el entonces funcionario de la Anses, Juani Ustarroz, compitió por la intendencia, y ganó las PASO, pero con un sello vecinal.
Aunque Selva ganó la elección general, era evidente que hace tiempo no contaba con el respaldo del kirchnerismo para sostener su tercer mandato.
Selva aceptó el ofrecimiento de Sergio Massa, se pasó al Frente Renovador y en 2015 se mudó al Congreso y dejó a Marcelo Denápole como su candidato local.
Fue el momento ideal para el avance del joven Ustarroz, que arrasó en las urnas y dejó en tercer lugar al massismo.
“Ustarroz es muy complaciente con el gobierno de Cambiemos” asegura Selva, en consulta con Letra P. Y remarca que “jamás se recibió tanto dinero en el municipio”. Según detalla, “en esta breve gestión ellos han recibido más transferencias de recursos que lo que hemos tenido nosotros en los 12 años que estuve al frente de la intendencia” afirma en alusión al “desemparo” que dice haber sufrido durante el gobierno de CFK.
Tras la derrota electoral, el massismo en Mercedes sufrió una fuerte diáspora, que continuo durante 2016, cuando se mudaron al bloque de Cambiemos los ediles, Juan Navarro y Juan Benítez.
Con solo tres concejales, y sin que el acuerdo Massa- Stolbizer les altere el panorama local, esperan conservar los dos escaños que ponen en juego. Y para esto, Selva apostará a su hija, la actual concejala, Sabrina Selva, a quien imagina como cabeza de la nómina. “Voy a participar activamente en este campaña” dice Selva, quien conserva la presidencia del PJ Mercedino.
Esta semana, y casi como anticipo de lo que será la contienda electoral, el bloque del FR, junto a los siete integrantes de Cambiemos, rechazaron la rendición de cuentas presentada por el oficialismo local que no pudo rebatir la votación con sus siete ediles.
Según indicaron desde ambos sectores, fue porque “hubo exceso de partidas que no fueron bien acreditadas”.
Al igual que sucede en otras intendencias opositoras al gobierno nacional y provincial, en Mercedes, Cambiemos estableció una buena vecindad con la jefatura comunal de Ustarroz.
Todos reconocen que con el cambio de gestión se le respetó a esta comuna el trazo de las obras planificadas, y el financiamiento requerido.
“Hay una buena relación” indican desde el Ejecutivo provincial, respecto al vínculo con el camporista. Aunque la ayuda tiene su contrapartida en el Deliberante, donde el gobierno provincial envía por ordenanza la asistencia ofrecida para que sea refrendada por todos los bloques.
“Cualquier obra, ya sean 22 cuadras de asfalto o cualquier ayuda, se tiene que revalidar en el concejo” indican a Letra P, referentes del oficialismo provincial.
“Nosotros capitalizamos en el Concejo las decisiones del Poder Ejecutivo, y dejamos en evidencia que no somos lo mismo que ellos, que durante cuatro años asfixiaron al ex intendente” remarcan.
En Mercedes, Cambiemos tiene una estructura con mayoría radical, pero con fuerte incidencia vidalista. El fallecimiento del ex candidato a la intendencia, el radical, Lucas Fal, (en abril de 2016) desorientó un poco el rumbo prefijado, y obligó a rediseñar la estrategia electoral, que apunta ahora a una renovación de figuras.
El oficialismo provincial pone en juego tres concejales, de los cuales ninguno podrá reelegir, ya que la idea es apostar a “candidatos de renovación”, según indicaron a este portal.
Por eso, encabezaría la lista, el médico neumonólogo, Sesón Comesaña, que ya fue testeado y muestra una imagen positiva muy alta. Este médico, llega de la mano del Director Provincial de Ciencia y Tecnología de la provincia, Fernando Lapolla, quien participaba de la línea de Fal. Y de hecho, reemplazó al fallecido dirigente, en el cargo provincial.
La nómina tendría además al presidente de la Juventud radical de Mercedes, Esteban Biagini (también de la línea Fal) y al comerciante, Hugo Pescio.
Desde el comienzo de la gestión camporista, Cambiemos apuntó a sumar a los massistas distanciados de Selva, y a los desalentados por la última elección. En esa tarea incorporó dos ediles (que ahora abandonan su mandato) y varios dirigentes.
Por eso, la intención sigue siendo sumar el voto perdido del Frente Renovador. Pero también, apuntar al voto mercedino más tradicional.
Aunque es de los distritos menos poblados de la primera sección electoral, con 63.284 habitantes, Mercedes ocupa su porción en el conurbano norte. Y tiene un destino marcado en la interna del Frente para la Victoria.
La potencia o el desgaste que sufra el pre candidato, Florencio Randazzo, que intenta batallar con el kirchnerismo puro, tocará de lleno a la comuna mercedina.
El ex ministro del Interior tiene un aliado muy cercano a la familia Ustarroz. Se trata del tío del intendente, el ex diputado provincial, Alberto España, quien tiempo atrás ejerció como emisario de De Pedro en la legislatura provincial, pero tras la pelea, perdió la posibilidad de reelegir. Su lugar lo ocupó el camporista, Santiago Révora. La distancia surgió a partir de la decisión de España de jugar las PASO de 2015, con Julián Domínguez, y en oposición con Aníbal Fernández. Ahora, junto al ex titular de la Cámara Baja nacional, promueve la candidatura a senador nacional de Randazzo.