MEGA OPERATIVO EN QUILMES

Razzia a ferias no distingue color: le tocó a la Saladita de Martiniano Molina

Gendarmería, AFIP y el Ministerio de Seguridad inspeccionaron los galpones ubicados a pocas cuadras de la Municipalidad. El Gobierno busca mostrar que las requisas exceden a distritos peronistas.

La paralización por más de dos horas de una arteria central que conecta los barrios con el centro, sorprendió a propios y extraños en el distrito de Quilmes. Es que horas después del golpe a la mega feria La Salada, en Lomas de Zamora, le llegó el turno de ser inspeccionada a otra de las locaciones, también en la zona sur del conurbano. Un pelotón de Gendarmes, sabuesos de AFIP, la Aduana y Migraciones, con la planificación del Ministerio de Seguridad nacional y la Agencia de Fiscalización y Control del distrito que gobierno Martiniano Molina, desembarcaron en los galpones del “Outlet Factory Quilmes”, la Saladita que funciona hace años en la avenida Yrigoyen. El jueves Letra P alertó que había entre los intendentes mucha inquietud respecto al futuro de las ferias instaladas en sus distritos, y se enumeraron casos con detalle, entre ellos la Saladita quilmeña. Lo particular de esta feria -que data de los años de Francisco “Barba” Gutiérrez en la intendencia- está instalada al lado de la zona de concesionarias de autos de lujo, lindante con el Juzgado de Menores, enfrente al diario más importante de la zona sur y a escasas 6 o 7 cuadras de la sede comunal. El predio cuenta con 220 puestos en los que se ofrece desde ropa, camisetas de fútbol, CD´s y películas, artículos de perfumería y otros rubros. Siempre funcionó con custodia privada, con colaboración policial. En la planta superior cuenta incluso con un estacionamiento para los clientes, y en el fondo del galpón hay una mega juguetería con un café.

 

“El municipio habilitó la feria, y está vigente esa habilitación, lo que hicimos fue un control con 100 gendarmes porque en visitas anteriores encontramos irregularidades administrativas”, contó a Letra P Guillermo Alonso, subsecretario de Control Comunal. Y agregó que “en lo formal, no fue un allanamiento, sino una inspección en la que se decomisó algo de mercadería y, en general, se encontró la cosa bastante ordenada”. El funcionario descartó que sea algo surgido de la presión por el caso Salada, pero reconoció que el Ministerio de Seguridad Nacional, que conduce Patricia Bullrich, está metido de lleno en el tema. En Quilmes, en tanto, seguirán las razzias en varias ferias similares. Pero ahora se aprestan a inspeccionar en la zona más caliente del comercio ilegal, San Francisco Solano.

 

En la cartera que conduce Bullrich se entusiasman con estas movidas, y hasta utilizan casos como el de Quilmes para salir de la movida La Salada y mostrar que estos controles van más allá de distritos peronistas. Prometen que la onda expansiva alcanzará otros municipios PRO en los que hay ferias irregulares.

 

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