La paralización por más de dos horas de una arteria central que conecta los barrios con el centro, sorprendió a propios y extraños en el distrito de Quilmes. Es que horas después del golpe a la mega feria La Salada, en Lomas de Zamora, le llegó el turno de ser inspeccionada a otra de las locaciones, también en la zona sur del conurbano. Un pelotón de Gendarmes, sabuesos de AFIP, la Aduana y Migraciones, con la planificación del Ministerio de Seguridad nacional y la Agencia de Fiscalización y Control del distrito que gobierno Martiniano Molina, desembarcaron en los galpones del “Outlet Factory Quilmes”, la Saladita que funciona hace años en la avenida Yrigoyen. El jueves Letra P alertó que había entre los intendentes mucha inquietud respecto al futuro de las ferias instaladas en sus distritos, y se enumeraron casos con detalle, entre ellos la Saladita quilmeña. Lo particular de esta feria -que data de los años de Francisco “Barba” Gutiérrez en la intendencia- está instalada al lado de la zona de concesionarias de autos de lujo, lindante con el Juzgado de Menores, enfrente al diario más importante de la zona sur y a escasas 6 o 7 cuadras de la sede comunal. El predio cuenta con 220 puestos en los que se ofrece desde ropa, camisetas de fútbol, CD´s y películas, artículos de perfumería y otros rubros. Siempre funcionó con custodia privada, con colaboración policial. En la planta superior cuenta incluso con un estacionamiento para los clientes, y en el fondo del galpón hay una mega juguetería con un café.