En diciembre pasado, como si fuera una jugada de ajedrez, la jueza federal porteña María Romilda Servini de Cubría le informó al Consejo de la Magistratura que quería dejar la subrogancia del juzgado federal 1 de La Plata, el que tiene la competencia electoral en la provincia de Buenos Aires. Pocos días antes, el juez federal de Tres de Febrero Juan Manuel Culotta había presentado una nota para solicitar su traslado al juzgado que "La Chuchi" quería abandonar. Dos parpadeos antes de la feria judicial de verano, la Comisión de Selección del Consejo aprobó por 4 a 2 el traslado de Culotta a La Plata, que se hizo efectivo desde abril, cuando el plenario del organismo aprobó la movida. No fue el último obstáculo que tuvo Culotta por delante para llegar al control de ese juzgado. Apenas fue trasladado, hasta fin de año, el juez civil y comercial platense Alberto Recondo declaró "inconstitucional" la designación. Culotta no estaba solo: el Consejo y el Estado nacional apelaron y el 10 de mayo, cuando el calendario electoral precalentaba, quedó al frente del juzgado que coordina los comicios bonaerenses y podría convertirse en el árbitro de la pulseada que disputan Cristina Fernández de Kirchner y Florencio Randazzo en un marco de creciente tensión.
Desde diciembre a mayo, al calor del tercer semestre de Cambiemos en el poder, la imagen del enroque entre Servini y Culotta comenzó a desmoronarse. La jueza acusó al oficialismo de "apretarla" con el cargo que tiene su hijo, a cambio de que abandonara la subrogancia platense. En su abanico de acusaciones, la jueza definió a Culotta como un magistrado inexperto, sin las capacidades necesarias para comandar el juzgado con competencias electorales más grande del país.
PARAGOLPE CON COMPETENCIA ELECTORAL. Por ahora se desconoce si Culotta continuará con su traslado el año que viene, pero, desde su sillón, será quien deba laudar ante eventuales controversias electorales del peronismo en el distrito electoral más poblado y más determinante del mapa nacional. "Es un paragolpe ante el caso de que se judicialicen las internas o las elecciones", definió a Letra P un miembro del Consejo de la Magistratura, que lo caracteriza como "un tapado del PRO".
Las versiones sobre la relación de Culotta con el Gobierno recrudecieron durante los cuatro meses que duró la pulseada por llevarlo del juzgado federal de Tres de Febrero al platense. Es egresado del colegio Cardenal Newman, actualmente materia de fascinación de algunos periodistas por ser la cuna educativa del presidente Mauricio Macri y de una decena de funcionarios nacionales, como el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Pablo Clusellas, y el jefe de Asesores del mandatario, José Torello, .
Dentro de la Casa Rosada, los dos hombres del Presidente son interlocutores de confianza de Culotta, aunque Clusellas sería el contacto más determinante, porque también comparte un vínculo muy fluido con Alejandro Pérez Chada, abogado de Macri en los litigios que tuvieron en vilo a Cambiemos, como el escándalo de las escuchas ilegales durante su paso por el Gobierno porteño o el caso que indagó la existencia de la Unidad de Control para el Espacio Público (UCEP), creada por Macri en la comuna para perseguir, hostigar, golpear y desalojar a personas en situación de calle.
Perez Chada tiene en su cartera de clientes a otros políticos famosos: defendió al titular del Club Boca Juniors, Daniel Angelici, ante las denuncias que hizo en su contra la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; a la vicepresidenta Gabriela Michetti en el caso que indaga el juez Ariel Lijo por los sobres con dinero de la Fundación SUMA que le habrían sustraido de su casa y al carapintada Juan José Gómez Centurión en el caso por contrabando en la Aduana.
LA SOMBRA DEL LAUCHÓN. En el historial de Culotta, las noticias judiciales dan cuenta de su paso por casos resonantes: fue uno de los magistrados que instruyó la denuncia de "narcontraficante" que hizo Luis D'Elia contra el ex presidente Eduardo Duhalde y en 2013 ordenó un espectacular allanamiento a la Asociación Argentina de Árbitros por evasión fiscal, impulsada por el Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA), cuya conducción estaba en manos del ex legislador porteño Daniel Amoroso, tan cercano al PRO como el actual ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Según el proyecto Justiciapedia, creado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia y el sitio Chequeado.com, "uno de los casos más importantes a su cargo fue el del asesinato del ex agente de la SIDE Pedro Tomás “El Lauchón” Viale, ya que el juez Culotta había ordenado el allanamiento del domicilio del ex espía por una investigación de narcotráfico a su cargo. El Grupo Halcón irrumpió y acribilló al ex agente, quien se defendió respondiendo los disparos pero falleció al instante". La operación se concretó el feriado del 9 de julio de 2013 antes de las 6 de la mañana y el dueño de la casa, que murió acribillado, era una de las personas de mayor confianza del por entonces incumbustible jefe de la SIDE Antonio Horacio Stiuso. Un año después de esa muerte, los diez efectivos del Grupo Halcón que entraron a la casa del Lauchón por orden de Culotta fueron detenidos. Están presos desde el 29 de agosto de 2014 acusados de "homicidio agravado por abusar de su función o cargo siendo miembro integrante de una fuerza policial". La medida judicial también fue cuestionada, dos años después, por Servini de Cubría, que intentaba demostrar la "inexperiencia de Culotta", aunque sus defensores sostienen que la investigación que volteó la puerta del Lauchón, en la localidad de La Reja, fue el resultado de dos años de pesquisas que desembocaron en un enfrentamiento entre los policías de elite y el sospechado.
Pocos días después del allanamiento, el actual candidato y entonces secretario de Seguridad de CFK, Sergio Berni, fue uno de los pocos que se animaron a cuestionar a Culotta en esas jornadas. "Nos sorprende la decisión de un juez de hacer un allanamiento a la noche con un grupo especializado como el Halcón para ir a buscar una documentación. No es común mandar a las seis de la mañana por una documentación y llama la atención que, de los 18 allanamientos que ordenó el juez, solamente en uno actuó el Grupo Halcón armado hasta los dientes, cuando perfectamente para ir a buscar la documentación no es necesario ese grupo", disparó.
LA INTERNA JUDICIAL. Algunos magistrados vinculados con el kirchnerismo lo rescatan como "una buena persona" y "un moderado", gracias a su paso por la lista celeste dentro de las elecciones del Consejo de la Magistratura. La "celeste" fue el espacio que reunió a distintos pelajes políticos y que antagoniza con las posiciones conservadoras de la lista bordó. También fue candidato a vocal de la Asociación de Magistrados por la lista "Compromiso Judicial".
En diciembre del año pasado, casi durante los mismos días en que presentó su pedido de traslado a La Plata, Culotta aparece entre los jueces que firmaron una carta de apoyo para la designación de Julio Conte Grand como procurador bonaerense por decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal. Entre los apoyos para el numerario del Opus Dei (que fue procurador porteño y también comparte una relación cercana con Perez Chada), firmaron Culotta, por entonces al frente del juzgado de Tres de Febrero; Néstor Barral (Morón) y los magistrados porteños Ana María Conde, José Osvaldo Casas, Enrique Lavié Pico y Mariano Scotto.
Desde mayo, Culotta y Conte Grand son vecinos en la ciudad de las diagonales. Cada uno está en lo suyo, pero el amigo de Clusellas y Pérez Chada logró sortear la guerra judicial para llegar al codiciado juzgado Federal 1 de La Plata, que había quedado acéfalo cuando el magistrado Manuel Blanco falleció en 2014. Desde entonces, el kircherismo promovió al secretario Laureano Durán, que afrontó una tormenta de críticas opositoras y fue finalmente desplazado por decisión de la Corte Suprema de Justicia, que anuló la ley de subrogancias que lo había beneficiado, por considerarla "inconstitucional".
Fue la puerta que dejó el juzgado en manos de "La Chuchi" hasta el 26 de diciembre del año pasado, cuando firmó su "renuncia indeclinable" y fue reemplazada por el juez Adolfo Ziulu, que completó hasta el 31 de marzo pasado la subrogancia que abandonó Servini, en medio críticas que todavía resuenan en los oídos de Culotta.