BIO. Nació en Bolívar hace 37 años. Casado, tres hijos. Calza su metro ochenta y tantos en modernos jeans achupinados y camisas entalladas. Pudo ser tenista de elite pero terminó médico, aunque encontró su lugar en el mundo en la política. Es intendente de su ciudad natal desde 2011, cuando desbancó al radicalismo después de 16 años de hegemonía de esa fuerza política de fuerte presencia en el interior de la provincia. Integra el Grupo Esmeralda, un espacio de alcaldes peronistas que hoy aparece atravesado por la interna global del PJ bonaerense. Sueña con llevar su experiencia de gestión local al plano provincial.
-¿Está próximo a concretarse el anuncio formal de la candidatura de Florencio Randazzo?
-El momento del anuncio pasa a ser anecdótico cuando hoy está clara su decisión de ser pre candidato a senador nacional. Esto lo demuestra en su preocupación y en su ocupación diaria de entender cuál es la situación de la provincia de Buenos Aires y cuáles son los problemas que están sufriendo los bonaerenses y en la construcción de una propuesta legislativa tendiente a defender los intereses de los bonaerenses. Eso, sumado a su interacción diaria con dirigentes de la provincia con quienes comparte el armado en un sentido de construcción amplio y democrático. Creo que falta muy poco para que haga esto púbico y a partir de ahí se va a dar una situación de mayor acumulación porque hay una gran expectativa no solamente en la dirigencia política sino fundamentalmente en la sociedad, que espera ver un emergente político con el cual pueda sentirse representada.
-En términos personales, ¿por qué adhiere usted a esta propuesta?
-Porque comparto la necesidad de una renovación en la política en términos generales y puntualmente en el peronismo. Con una mirada amplia, de concertación. Randazzo dice: ‘Yo le quiero hablar al cien por ciento de los bonaerenses'. Dentro de ese cien por ciento va a haber un porcentaje importante de peronistas, un porcentaje importante de kirchneristas, pero también hay un segmento importante de la población que no sólo no se siente identificado con el gobierno actual, sino que, además, se siente perjudicado por las políticas del presidente de la Nación. Ese sector debe ser expresado por la dirigencia política. Ése es el gran ordenador que marca Randazzo y que yo comparto. Y también comparto que la autocrítica que estuvimos haciendo en un año y medio debe coronarse con una primaria. Si estuvimos un año y medio haciendo la autocrítica que debíamos hacer después de perder las elecciones nacional y provincial para terminar seleccionando los candidatos dentro de una habitación, cometeríamos los mismos errores que nos llevaron a la derrota. Me une a Randazzo la convicción de que debemos darle a la sociedad la oportunidad de elegir a los mejores candidatos.
-¿La señal que usted cree que debe dar el peronismo es que es capaz de cerrar una etapa y abrir otra?
-Ése es el gran desafío, que tiene que estar signado por nuevas prácticas políticas y por la discusión de nuevos temas. Tenemos el legado positivo de tantas cosas buenas que hicieron Néstor y Cristina (Kirchner) pero tenemos que entender que el tiempo evoluciona y tenemos que poder ver claramente el futuro.
-¿Esto puede leerse como un veto implícito al sector que conduce Cristina y a ella misma como eventual candidata?
-No. Sería contradictorio que habláramos de amplitud y de democratizar el espacio y al mismo tiempo estuviéramos vetando. Lo que decimos es que nosotros queremos conducir la construcción de este espacio político y que estamos dispuestos a confrontar políticamente en las primarias con aquellos dirigentes que tienen una visión distinta. Hay una etapa que hay que dejar atrás. Si no dejamos el pasado atrás, no podemos mirar con atención el presente ni soñar el futuro. Eso es lo que planteamos, contra la visión de muchos compañeros del Partido Justicialista que no han logrado abrirse, no han logrado ampliar la base de sustentación y se han encerrado en una postura que se orienta a hablarles solamente a los propios. Nosotros queremos hablarles también, con diversidad, a aquellos que en algún momento se sintieron representados por nuestro espacio político pero que después dejaron de vernos como una opción.
-¿Se refiere concretamente a La Cámpora y a Cristina?
-Y al PJ también. A su presidente, por ejemplo (N de la R: el ex intendente de La Matanza Fernando Espinoza)
"Me une a Randazzo la convicción de que debemos darle a la sociedad la oportunidad de elegir a los mejores candidatos."
-¿Creen ustedes que ese sector del peronismo tiene un importante nivel de adhesión popular pero el techo bajo? Ésa es la evaluación que hace el Gobierno y por eso elige polarizar con el kirchnerismo.
-Representa a un sector muy importante pero también nosotros lo representamos. Pero con eso no alcanza. Nunca el peronismo se sintió conforme con un 30% del electorado. Nosotros tenemos que volver a pensar en un partido de mayorías. Y, en ese sentido, entendemos que las primarias nos van a permitir evitar una elección de tres tercios. Por eso es importante la incorporación a nuestro espacio de Alberto Fernández y otros dirigentes del Frente Renovador que podrían sumarse después de estos años en los que habían decidido irse a otros espacios. Estamos en ese proceso de incorporar más dirigentes para ampliar nuestra base de sustentación y nuestra representatividad.
-¿No hay chances de que haya finalmente una lista única del peronismo?
-No, no hay chances. Y es perder el tiempo seguir motivando esa situación.
-¿Una confrontación interna no supone el riesgo de que el sector que pierda se recluya y no trabaje para las generales en apoyo del ganador?
-Hoy, el Gobierno, con sus políticas de ajuste, nos otorga la gran oportunidad de hablarle a la mayoría de los argentinos y no al 30% sobre el que se cierra un sector del peronismo. Por eso entendemos que es Florencio Randazzo quien debe conducir la propuesta para octubre después de ser legitimado en las urnas de una primaria ejemplar.
-Y si Cristina decidiera no ser candidata, ¿no cabe la posibilidad de que apoye la postulación de Randazzo en una lista de unidad estructurada bajo su liderazgo?
-Sería una conducción delegada. Florencio Randazzo busca legitimarse como conductor en las PASO. Y para mí eso está muy bien.
EL TREN DE RANDAZZO. A los 15 años, Bucca era un tenista de primera línea. Había sido campeón nacional en la categoría preinfantiles y entrenaba para profesional. Pero dudó y perdió. “Mentalmente, no estaba listo”, admite. No dejó la zona de confort de la familia para irse a vivir solo en Buenos Aires, como debía hacer para dar el salto que demandaba el proyecto, y el tren se le fue. Todavía, 22 años después, escucha un eco en su cabeza que suena a auto reproche. Aquel renunciamiento acaso lo haya marcado: sabe, Bucca, que los trenes no pasan a cada rato.
"Tenemos que volver a pensar en un partido de mayorías. Y las primarias nos van a permitir evitar una elección de tres tercios."
-¿El protagonismo de los intendentes en esta etapa de reorganización del peronismo permite pensar en un intendente candidato a gobernador en 2019?
-Sería muy importante y muy positivo que en 2019 un intendente sea el candidato a la gobernación por el peronismo. Me parece que no hay más lugar para dirigentes que hacen propuestas grandilocuentes y luego no pueden llevarlos a la práctica.
-¿Los que tengan esa vocación deberían participar de este proceso electoral como candidatos aún con la complejidad de que tengan que dejar sus gestiones a mitad de mandato?
-No sé si es una condición. Sería muy importante, y de hecho muchos lo están haciendo, que los intendentes sean protagonistas de esta etapa de reconstrucción del peronismo. Llevar a un plano provincial la experiencia de lo local, darle valor a lo territorial y a lo que fue legitimado por la comunidad y que eso tenga protagonismo en la construcción política es muy importante. Uno de los errores que cometimos en los últimos años es, justamente, haber dejado a un lado a los jefes territoriales. Muchas veces fueron promovidos en lugares muy importantes, tanto en la gestión como en los armados legislativos, dirigentes que no tenían peso territorial ni reconocimiento de la sociedad y, en muchos casos, ni el domicilio en la provincia. Eso fue parte de los errores tácticos y estratégicos que se fueron cometiendo y nos fueron alejando de la sociedad. Por eso hoy, cuando algunos dirigentes vuelven a estar abrazados a lo que antes habían criticado, uno ve que falta coraje. Pero cada uno sabe de la manera que actúa.
"Hay una etapa que hay que dejar atrás. Si no dejamos el pasado atrás, no podemos mirar con atención el presente ni soñar el futuro."
-¿Es usted uno de los intendentes que tienen la voluntad de aspirar a la gobernación en 2019?
-Hoy pienso en un proyecto colectivo que sea ganador, que sea potente y que tenga una propuesta concreta para la provincia de Buenos Aires. Me motiva, en este momento, ser protagonista de esta etapa de reconstrucción del peronismo. Me motiva ser parte de un proyecto de provincia para los próximos 30 años, un proyecto de mediano y largo plazo para resolver los problemas de los bonaerenses. Lo que he hecho en mi ciudad, llevarlo a un plano provincial. Pero primero ser parte de un equipo y de un proceso. El tiempo dirá quiénes lo van a encabezar.
-Muchos dirigentes han preferido gobernar sus distritos todo el tiempo posible sin avanzar hacia otros niveles de responsabilidad…
-Desde la gestión, siempre tuve una mirada superadora de lo local. Incluso los proyectos que desarrollamos en la ciudad intentamos que tuvieran impacto más allá de sus límites pensando en los vecinos de la región. Y en la política también, no solamente pensando en los municipios sino en la reconstrucción de la provincia. Ya lo estamos haciendo.
-¿Qué provincia de Buenos Aires se imagina que dejará la gobernadora María Eugenia Vidal al cabo de su primer mandato?
-Con pocos cambios. Hay tiempo. Estamos haciendo un análisis que es prematuro, pero veo pocos cambios. Veo una provincia que tiene déficit de logística, que sigue con los problemas hídricos de los últimos años… los cambios de los que hablo son procesos de mediano plazo, pero no han arrancado, con lo cual, debería haber una motorización muy rápida y una dinámica mucho más ágil de la que se ha visto hasta ahora.
-¿No hay en marcha un plan que pueda transformar esta provincia que cada gobernador que llega al poder la asume como inviable?
-No lo veo. Hay que construir ese plan. Pero estuvimos más de cinco meses sin ministro de Producción. Tenemos una provincia que puede ser el motor económico de la Argentina, pero que haya estado todo este tiempo sin conducción en esa área da cuenta de una decisión política. El impulso productivo muy importante que tuvo en los últimos años a partir del desarrollo, por ejemplo, de cientos de parques industriales en toda la provincia tuvo un fuerte retroceso en más de cinco meses sin coordinación. Y a esto se suman las políticas aplicadas por el presidente (Mauricio Macri) que van en contra de sectores clave de la producción nacional, como el textil, el calzado, la metalmecánica, la industria del juguete, que surgió en los últimos años y emplea a cien mil bonaerenses. Los parques tecnológicos y los parques agropecuarios están hoy librados al azar. Así no vamos a tener una provincia productiva y con chances de ser autosustentable.
-¿Ve posible que la provincia deje de depender en algún momento del estado de ánimo de la Casa Rosada o de lo que parece una quimera, que es la disposición del resto de los distritos provinciales a sentarse a discutir una ley de coparticipación?
-Sí, pero no se hace de un día para el otro. Necesitamos una provincia que sea productiva para que genere sus propios recursos para el privado y también para el Estado; una provincia más moderna en términos de comunicación e informática; una provincia menos burocrática. Es decir, es posible, pero hay que hacer muchos cambios y tomar muchas decisiones que por el momento no se están tomando.
-¿El achicamiento de la economía y todas sus consecuencias son producto de la impericia del Gobierno o de un plan deliberado?
-Cuesta pensar que estas medidas se tomen de manera consciente, pero es así. Hay una gran insensibilidad en quienes toman las decisiones macroeconómicas. Cualquiera sabe que, cuando se abren las importaciones, se perjudica a la industria nacional. No es un relato sino un dato de la realidad: le están pegando en el corazón a la industria nacional. O la decisión de incrementar las tarifas, como las eléctricas, que vuelven a subir 58%, mientras que los salarios no han aumentado en esa proporción. Claramente, el de Cambiemos es un gobierno para pocos que apunta a un país de servicios en vez de a uno que se industrialice.
-¿Un triunfo de la oposición en octubre podría morigerar el ajuste a partir de un mayor peso parlamentario o sólo representaría una plataforma más sólida para la disputa por el poder en 2019?
-Sería muy importante que ganara la oposición en estas elecciones. La sociedad va a plebiscitar el gobierno de Macri; va a decir en las urnas si está mejor, igual o peor. Compartimos con Florencio Randazzo la convicción de generar una oposición responsable y constructiva, pero que defienda los intereses de la sociedad. Por eso necesitamos llevar al Congreso a hombres y mujeres que pongan freno a las decisiones políticas contrarias a esos intereses.
PUM PARA ARRIBA
El pasado 21 de abril, Letra P fue testigo de la fiesta popular que organizó Bucca en la plaza central de Bolívar para festejar, con una choriceada, el séptimo título de campeón de la Liga Argentina de vóley que el conjunto local fundado en 2002 por el rey de la TV, Marcelo Tinelli, el Bolívar Vóley, había conseguido la noche anterior. Para el intendente, el logro del equipo que dirige el ex armador y técnico de la Selección nacional Javier Weber fue un alivio porque cortó una racha sin títulos que abarcaba toda su gestión en la intendencia, pero también un hecho tributario a uno de los objetivos que vertebran su gobierno: convertir a esta ciudad del corazón de la patria agroganadera –geopolíticamente ubicada en la Séptima sección electoral- en la capital nacional del deporte. Para eso, su alianza estratégica con el creador de ShowMatch es clave: gestiones de Tinelli fueron importantes, por ejemplo, para conseguir el piso sintético de la cancha de hockey que integra el Club Ciudad, un complejo de alto rendimiento cuyo elegantísimo gimnasio polideportivo se convertirá en un micro estadio al que Bucca buscará llevar el básquet de la Liga Nacional.