El oficialismo se aseguró este lunes en el plenario de las Comisiones de Trabajo y Presupuesto de la Cámara de Diputados, el apoyo del bloque Justicialista y de parte del Frente Renovador para la reforma de la ley de Riesgos de Trabajo, que se debatirá el miércoles en el recinto. El espacio de Sergio Massa quedó dividido, ya que Facundo Moyano, Jorge Taboada y Felipe Solá decidieron no acompañar el proyecto que ya fue aprobado por el Senado. Sin embargo, el massismo podría ahorrarse el sinsabor de la votación dividida, ya que el líder del espacio enviaría a los diputados díscolos a un acto en Corrientes.
"¿Esto beneficia al trabajador? Este proyecto es inconstitucional. Nosotros no vamos a ir contra los derechos de los trabajadores", disparó sin medias tintas Moyano, que durante su discurso marcó diferencias no solo con el proyecto del oficialismo - que tiene el aval de la CGT - sino también con sus compañeros de bloque, que decidieron firmar el dictamen de mayoría.
El diputado del Frente Renovador aseguró que tanto la ley que impulsa Cambiemos como la enviada por el kirchnerismo en 2012, que por entonces fue defendida por José Ignacio de Mendiguren, también miembro del bloque de Massa, perjudican a los intereses de los trabajadores. "La ley de 2012 era un engendro de la UIA", recordó Moyano, reeditando la discusión que tuvo con De Mendiguren hace cinco años. Luego contradijo a Héctor Daer, quien había dicho que la discusión se resumía en una "cuestión práctica, no ideológica". Ni bien terminó de hablar, Moyano se acercó al lugar de Margarita Stolbizer para firmar su dictamen de minoría, de rechazo a la ley. Lo acompañó el chubutense Taboada, también del massismo.
En tanto, Solá no habló durante la reunión de comisión pero tampoco quedó conforme con el proyecto aprobado por el Senado y pese a que había estampado su firma en el dictamen de mayoría, pidió que la retiraran. De buena relación con Daer, que apoyó la ley de manera contundente, el ex gobernador evitó firmar un dictamen de minoría.
Al tanto de lo ocurrido en la comisión, Massa les pidió a Moyano y Solá que viajen el martes a Corrientes para apoyar el lanzamiento de campaña del Frente Renovador. Así evitaría que las diferencias de su bloque queden tan expuestas en la sesión en la que el oficialismo logrará la sanción de la ley, que establece, entre sus puntos centrales, que los trabajadores deben pasar de manera obligatoria y excluyente por comisiones médicas antes de iniciar juicios laborales.
"El gobierno quiere bajar la litigiosidad en lugar de bajar los accidentes y enfermedades. Se demoniza al trabajador que va a juicio", criticó Stolbizer, quien presentó un dictamen de rechazo a la iniciativa del Ejecutivo y advirtió que "va a ser muy difícil que pueden evitar que las comisiones médicas sean declaradas inconstitucionales". La posición de la líder del Gen fue apoyada por el socialismo. En tanto, Néstor Pitrola, del Frente de Izquierda, presentó su propio dictamen de rechazo. Durante la reunión, el diputado del Partido Obrero mantuvo una larga conversación con Solá, Taboada y Moyano.
Por su parte, el Frente para la Victoria dejó en claro su rechazo a través de Héctor Recalde y del gremialista Abel Furlan, que hizo hincapié en la necesidad de "hablar sobre cómo reducir los accidentes y las muertes en el trabajo" en lugar de discutir "cómo bajar la litigiosidad", aspecto en el que hicieron eje los diputados del oficialismo.
"Estamos convencidos de que esto va a implicar una mejora para los trabajadores. Esto no es un tema ideológico, es una cuestión práctica. El sistema, como está hoy, no sirve", remarcó Daer, que ya había pasado por el Senado como representante de la CGT durante el debate en comisiones, y este lunes defendió en comisión el proyecto aprobado por la Cámara alta. En sintonía, el presidente del bloque Justicialista, Oscar Romero, aseguró que el proyecto "es una forma de dar respuesta a los trabajadores, no a los colegios de abogados ni a los empresarios". El dirigente de Smata también defendió el apoyo de la CGT a la norma.
Con el claro apoyo en comisión del bloque Justicialista y parte del Frente Renovador, el oficialismo se garantizó la sanción del proyecto, que ya tiene la aprobación del Senado pero cuyo trámite parlamentario se vio interrumpido a mediados de enero, cuando Mauricio Macri decidió resolver el tema por decreto. El DNU presidencial está aún pendiente de tratamiento en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que podría rechazarlo en la reunión del jueves 16.