Victoria Montenegro acaba de asumir como legisladora porteña en representación del kirchnerismo, que tras las últimas elecciones legislativas recuperó el segundo lugar en la Ciudad de Buenos Aires. De 40 años, "Vicky", como la conocen sus colegas militantes es la nieta restituida número 78 y recuperó su identidad en el año 2000.
Estrechamente vinculada a Abuelas de Plaza de Mayo, la legisladora promete trabajar una agenda de derechos humanos y poner el foco en la salud y las políticas para combatir la violencia de género en la Ciudad que gobierna el PRO desde 2007. Según Montenegro, la gestión amarilla "vació de identidad" el distrito y "robó" la identidad de los barrios.
En diálogo con Letra P, criticó con dureza las políticas de Derechos Humanos del gobierno de Mauricio Macri y denunció un "retroceso en materias de derechos". Fue dos veces candidata a diputada nacional pero nunca ingresó a la Cámara. En la lista porteña, diseñada con aval de Cristina Fernández de Kirchner, representó el espacio de los organismos de Derechos Humanos. Fue la ex presidenta quién pidió por Montenegro, que hasta 2015 se desempeño en el ministerio de Desarrollo Social junto a Alicia Kirchner.
BIO. Victoria Montenegro tiene 41 años. Es la nieta recuperada número 78 y en el año 2000 recuperó su identidad. Trabajó en el Ministerio de Desarrollo Social, fue subsecretaria del Consejo Nacional de Mujeres y actualmente es parte integrante de Abuelas de Plaza de Mayo.
-¿Qué balance hace de la elección del kirchnerismo en la Ciudad?
Hicimos una buena elección teniendo todas las herramientas en contra. Fue bastante difícil no teniendo muchos medios de comunicación que nos permitieran contar nuestras propuestas y demostrarle a la ciudadanía que las promesas del oficialismo no tenían que ver con la realidad.
A pesar de eso logramos retener nuestras bancas, no perdimos compañeros ni en la Cámara de Diputados ni en la Legislatura porteña. Estamos conformes con las elecciones.
-Tras recuperar el segundo lugar en la Ciudad, ¿cuáles cree que son los desafíos del kirchnerismo porteño a partir de ahora?
El desafío para la Ciudad es ganarla. Lograr sostener esta necesidad que tiene el pueblo de sentirse representado y contarle que nosotros no somos todo lo que dicen los medios de comunicación. Poder llegar a la gente desde lo que hacemos y somos. Vivimos en una Argentina que te persigue, te encarcela y después se fija si hay pruebas suficientes como para privarte de tu libertad.
Estamos en un contexto de país muy dificil. Hay un retroceso en materias de derechos. Nuestra responsabilidad es ganar la Ciudad y poder contarle a los porteños de qué se trata este gobierno que hoy gestiona la Argentina y la Ciudad. De qué se trata nuestro proyecto político para una ciudad que todavía no pudimos gobernar.
-¿Qué lectura hace de la política de Derechos Humanos del gobierno de Cambiemos?
La política de Derechos Humanos de este gobierno es la ausencia de política de derechos humanos. Desde el primer día retrocede derechos con funcionarios negacionistas, con políticas que pretendieron llevar a la Argentina al período de impunidad con la libertad de genocidas a partir del 2x1 y los jueces que el Presidente quiso introducir por decreto en la Corte Suprema.
Hay persecución política a opositores políticos y sindicales, con la desaparición de Santiago (Maldonado), el fusilamiento de Rafael Nahuel. En la Ciudad, Cambiemos ya había dado señales de cómo entiende la política de Derechos Humanos. Durante la gestión de Macri entraron a reprimir al Hospital Borda y le dispararon a médicos y pacientes. Apenas asumieron reprimieron una murga en la que había niños muy pequeños.
Tienen una política de Derechos Humanos de mano dura. Vienen a "instalar el orden" que según ellos se había perdido durante los 12 de años de avance en materia de derechos de los gobiernos de Cristina y Néstor. Intentaron la impunidad y no pudieron porque tiene que ver con un pacto que hizo la sociedad argentina en cuanto a poder hacerse cargo de su historia y llevar adelante los juicios por delitos de lesa humanidad. Este Gobierno lo hace no porque lo movilicen los viejitos genocidas sino porque detrás de cada uno de los juicios por estos delitos lo que queda en evidencia es la complicidad civil de la que cual muchos de sus funcionarios se enriquecieron.
-¿Cómo es la convivencia entre los organismos de DDHH y el Gobierno?
Muy difícil. A nosotros nos duele mucho el trato que tiene este gobierno para con símbolos muy valiosos como son las madres y las abuelas de Plaza de Mayo. Desde Abuelas tenemos una responsabilidad indefectiblemente de articular con el gobierno nacional porque el Banco Nacional de Datos Genéticos y la CONADI dependen del gobierno nacional. Tenemos que articular con ellos y las abuelas siempre fueron muy respetuosas de los gobiernos democráticos. El Presidente no había tenido tiempo de recibirlas hasta que políticamente aceptó una entrevista muy breve, de mucho destrato para con ellas y los organismos de DHH. Al mismo tiempo, Cambiemos produce un desfinanciamiento en áreas que son muy importantes para la búsqueda de nietos, de los restos de desaparecidos. El equipo argentino de antropología forense trabaja en la Ex ESMA porque no hay aporte del Estado nacional para que se siga trabajando.
Hoy vemos un gran retroceso que no hace que nosotros retrocedamos en la lucha. Lo que vimos desde el primer día es a las madres, las abuelas, los familiares y los organismos luchando en la calle. Logramos torcerles el brazo con el 2x1.
-¿Qué agenda de temas quiere impulsar en la Legislatura porteña?
Una agenda que tiene que ver con los derechos humanos, pero no solamente con la memoria la verdad y la justicia sino con los derechos de las mujeres, con la necesidad de conquistar leyes que nos permitan no solo que sean lindas sino que tengan que ver y transformen la vida de las mujeres. La violencia de género no discrimina y nos atraviesa a todas las mujeres de la misma manera, pero siempre es mucho más difícil cuando uno no tiene una red de contención o herramientas como para poder salir de esas situaciones.
Es muy importante que podamos trabajar con niños y adolescentes en la prevención. Lo importante es que la Ciudad respete las leyes que ya existen, como la ESI.
-¿Qué pasa con la educación sexual en las escuelas porteñas?
La ley de educación sexual integral no se trabaja en las escuelas. La Ciudad no respeta la ESI y no la trabaja. La trabajaba el estado nacional mientras gobernaba Cristina. Otro tema a trabajar es, en especial teniendo en cuenta el panorama nacional, la lucha contra la violencia institucional. Es muy importante que podamos ponerle un freno.
-¿Qué se puede hacer desde la Ciudad con respecto a la violencia institucional?
Tendríamos que generar un observatorio de violencia institucional para saber dónde nos paramos. Que es lo que sucede en los barrios sobre todo. No solo la violencia de un miembro policial contra un chico de un barrio, la violencia institucional la vimos hace un tiempo cuando una mujer debió dar a luz en el piso de la guardia del Santojanni porque nadie la atendía. Eso también es violencia institucional. Eso hay que poder registrarlo y resolverlo. Vivimos en la ciudad más rica de Argentina y tenemos una brecha enorme entre el norte y el sur, índices altísimos de mortalidad infantil y de violencia de género.
-¿Qué lectura hace de la gestión del PRO en la Ciudad?
Desde que asumió (Mauricio) Macri nuestra Ciudad fue perdiendo identidad, fue vaciando su identidad. El PRO tiene una marca registrada. Es un color que nos robó la identidad de los barrios, donde se van incorporando a partir de los viajes de los funcionarios determinadas políticas como el metrobus. No decimos que no estén bien o que no hayan sido positivas pero no tienen que ver con poder pensar una ciudad desde su identidad. Nos fueron imponiendo importaciones en diferentes puntos de nuestra ciudad que fue desdibujando nuestros barrios y su identidad.
Siempre existió una diferencia entre el norte y el sur pero nunca tanto desprecio por el sur de la Ciudad. Nunca tanto estado tan ausente en cuanto a vacantes, necesidad de escuelas, urbanizar realmente las villas.