Bajo la acusación de “golpistas”, el Gobierno salió duramente a cruzar y responsabilizar a los diputados del kirchnerismo por la caída de la sesión especial en la que se iba a tratar la reforma jubilatoria.
Al caerse la sesión, el oficialismo emprendió la embestida contra el kirchnerismo, que desde temprano denunció acciones represivas de la Gendarmería Nacional y cuestionó el quórum obtenido por Cambiemos.
De acuerdo al Gobierno, en la sesión especial se alcanzó el quórum reglamentario y por eso el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, dio por empezada la reunión en la que se preveía tratar la reforma previsional y la impositiva.
Sin embargo, algunos bloques de la oposición denunciaron que el oficialismo no consiguió el número requerido. Acto seguido, el recinto se convirtió en un circo romano en el que se escucharon gritos, insultos, chicanas y hasta se produjeron empujones. Diputados kirchneristas se abalanzaron sobre Monzó para exigirle el cese del tratamiento bajo dos argumentos: la represión en las calles y “la falta de quórum”. “Nadie sabe cómo lo consiguió”, sostuvo el jefe de la bancada K, Agustín Rossi.
Por ese entonces, el avance de la Gendarmería ya había producido heridas en dos legisladores kirchneristas, como reflejó este medio. El ambiente se caldeó y comenzaron los cruces, retratados también en las redes sociales.
El presidente del interbloque Cambiemos, Mario Raúl Negri, denunció que el kirchnerismo “rompió la sesión” porque “había quórum y destruyeron todo”. En ese ínterin, según la versión del oficialista Eduardo Amadeo, hubo un fuerte cruce entre Monzó y el radical kirchnerista Leopoldo Moreau. “Volvieron las peores prácticas del kirchnerismo”, rugió el diputado macrista Daniel Lipovetzky.
El escándalo en torno al quórum gira al rededor de la denuncia del kirchnerismo, el Frente Renovador y la izquierda acerca de que el Gobierno hizo sentar en su bancas, y consecuentemente utilizar sus votos para habilitar la sesión especial, a dos legisladores que no habrían jurado. “El momento del quórum y los 130 diputados sentados fue un momento fulminante porque nadie sabe cómo lo consiguió”, cuestionó Rossi.
“La ciudadanía vio que hubo quórum legal. Se consiguió el quórum reglamentario en dos oportunidades. Se consiguió cinco minutos después del horario previsto”, indicó el oficialista Luis Petri. Para el diputado radical “lo que sucedió es que los violentos, a través de amenazas y aprietes, impidieron la sesión”.