Por decisión unánime de sus miembros, el Tribunal Constitucional de Bolivia (TCB) dio este martes vía libre a una nueva candidatura del presidente Evo Morales para las elecciones generales de 2019, en las que el gobernante podrá buscar lo que sería un cuarto mandato consecutivo hasta 2025 -gobierna sin interrupciones desde 2006.
Tras la ajustada derrota en el referéndum convocado con este mismo objetivo en febrero 2016 que Evo consideró siempre manipulada por las falsas acusaciones surgidas en campaña sobre un presunto hijo ilegítimo, el oficialismo buscó la alternativa judicial para lograr una nueva habilitación a la candidatura presidencial de su líder. Hoy, días antes de que culminen los mandatos de los jueces –el 3 de diciembre hay elección de magistrados- éstos le dan luz verde al reclamo y desataron una fuerte polémica en el país altiplano.
El argumento formal del tribunal fue que se resolvió "la aplicación preferente de convenios internacionales con relación a la aplicación" de los artículos mencionados en el recurso oficialista. El argumento del Movimiento al Socialismo (MAS) fue, justamente, que debe respetarse el derecho del presidente a ser elegido y el del pueblo a elegirlo, tomando en cuenta el artículo 23 de la Convención Americana de los Derechos Humanos, incluida en la constitución boliviana.
Probablemente para guardar las formas, la decisión habilitó, además, las re postulaciones de gobernadores, alcaldes, concejales y legisladores. La Constitución boliviana permite solo dos mandatos consecutivos, pero Evo ya pudo presentarse a una tercera candidatura en 2014 gracias a un fallo del Constitucional que señaló que Bolivia fue “refundada” con la nueva Carta Magna que él mismo puso en vigor en 2009.
Evo ha ganado todas las elecciones en las que se presentó desde 2006. En ninguna de las tres presidenciales bajó del 50% de los votos y en la última incluso logró extender su triunfo a zonas del oriente boliviano, rico en recursos naturales y con una fuerte clase media y alta hostil a su mandato, al punto de que llegó incluso a promover rebeliones secesionistas en 2008. Sin embargo, en las elecciones municipales de 2015 el oficialismo perdió en varias ciudades importantes como El Alto y Cochabamba y la posterior derrota del Sí en el referéndum pareció sellar la posibilidad de una nueva candidatura de Evo.
Pero, lejos de resignarse, Morales raleó incluso a su histórico canciller, David Choquehuanca, que era mencionado como un posible sucesor e instó a los legisladores de su partido a avanzar en la estrategia judicial que culminó con la decisión de este martes.
La oposición política y social –partidos y organizaciones gremiales- ha repudiado el fallo del tribunal e incluso algunos están llamando a anular el voto para las elecciones. De todos modos, éstas serían recién en 2019. Mucha agua ha de correr bajo el puente hasta entonces.