El Excel del ministro de Energía, Juan José Aranguren, le sigue jugando en contra al sueño oficial de reducir los niveles de inflación. La injerencia de precios regulados en el Índice de Precios se acentuó a fin de año y amenaza con transformar diciembre en un mes con inflación subtropical. La mayor parte de las consultoras que miden este tipo de indicadores consideran que el último mes del año podría cerrar con un alza en los precios de entre 2 y 2,8%. Sustanciada en los aumentos de tarifas de luz, gas, naftas y medicina prepaga.
“Nuestra estimación es que el mes estará en 2,8% arriba, por los indicadores de tarifas y servicio doméstico”, contó a Letra P Gabriel Zelpo, director de la consultora Elypsis, una de las que miden con mayor precisión la evolución.
Así las cosas, para el especialista el año terminará con “una inflación de 25%”. Por su parte, Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres y Asociados, detalló que “estamos estimando que puede dar 1,9 o 2%”. Y agregó que “entendemos que algunos precios pueden desacelerarse, pero es cierto que si eso no ocurre, puede estar el indicador por arriba del 2%”.
Este escenario presenta varias complicaciones. La primera, tira por la borda la apuesta del Banco Central por llegar a una inflación de entre 12 y 17%. Incluso complica la meta pautada para el año 2018, donde se esperaba un 10%. Daniel Artana, de FIEL, aseguró en declaraciones radiales que “la meta que se había puesto el Banco Central era demasiado ambiciosa”. Desnudó así una complicación de fondo.
El segundo punto en cuestión es que mientras los precios en pesos se disparan, siguen ingresando dólares especulativos que, para el sector financiero, planchan el precio de la divisa. En el Círculo Rojo entienden que ese síntoma redunda en atraso cambiario y menos competitividad para la industria.
Toda la situación pone en tensión al poder político nacional, que mira con desconfianza al presidente del Central, Federico Sturzenegger, que en los hechos no ha podido aún reducir la inflación por debajo de los niveles que el Gobierno de Cambiemos heredó de los años del kirchnerismo.
“La política anti inflacionaria del Gobierno está abortada desde hace meses y, a partir de la irrupción de varios productos estacionales y de los anunciados aumentos de tarifas -no del transporte, que está muy atrasado-, es de esperar guarismos altos en los próximos meses”, detalló a Letra P Guillermo Nielsen.
El ex secretario de Finanzas agregó que “en la inflación actual está excedida la capacidad de lucha del BCRA. Tenemos tasas de Lebac por las nubes y récord simultáneo de préstamos hipotecarios, personales y a empresas!!! El déficit sigue muy elevado, y las colocaciones de deuda tienen un fuerte impacto monetario”. Por último, el especialista consideró que esto “demuestra que, lamentablemente, en el equipo que confecciona la Política Económica no hay ni experiencia, ni una visión integradora de las variables clave de la macro".