Dos días después del relanzamiento que hizo el presidente Mauricio Macri de su gestión, el jefe de Gabinete Marcos Peña puso en juego otro recurso para administrar la relación política y económica con los gobernadores provinciales, que en las últimas 48 horas fueron destinatarios del anuncio de distintas medidas fiscales que cosecharon más preocupación que adhesiones, incluso de los mandatarios radicales que forman parte de la alianza Cambiemos.
El rumor que distintos caciques provinciales hacen correr desde la semana pasada gira en torno a un temor que, junto a la reforma fiscal y al recorte de la coparticipación federal, podría transformarse en la tormenta perfecta de 2018. “Desde que terminaron las elecciones nos están diciendo que no hay más obras para el año que viene”, confió a Letra P un funcionario provincial que deambula por la Casa Rosada y se encarga de deslizar las preocupaciones que su jefe sólo hace resonar dentro de los despachos oficiales.
El anuncio de Peña, junto al ministro de Finanzas Luis Caputo, y el titular de la cartera de Transporte Guillermo Dietrich, sobre el plan de Participación Público Privada (PPP) multiplicó las suspicacias que destilan los mandatarios provinciales y también sus legisladores. La versión, que ningún consultado desmiente, encierra un tono de sospecha sobre el futuro de las obras para 2018.
“Es falso”, atajaron desde el Ministerio del Interior para despejar esas dudas: “Hay 4.000 obras iniciadas, que siguen en marcha el año que viene, no detendremos ninguna”, confiaron, pero los funcionarios públicos consultados por Letra P, no pudieron precisar cuáles serán las obras previstas para el año que viene. La aclaración oficial, más que aclarar, oscureció el panorama de preocupaciones que retumban dentro del Gabinete, en la relación que, con las reformas anunciadas por Macri, podrían empeorar en las próximas semanas, pero especialmente dentro del Congreso Nacional que tendrá un esquema acotado de vacaciones, debido a la convocatoria de sesiones extraordinarias que prepara el Ejecutivo.
En la desconfianza que los mandatarios provinciales le hacen llegar al Gobierno federal, las dudas no sólo tienen que ver con la ausencia de obras en los próximos años, sino también con la naturaleza de las inversiones que la Casa Rosada busca obtener con el sistema de asociación entre el Estado y los inversores privados para avanzar en obras públicas de infraestructura.
“Solamente están hablando de obras viales, y la lista necesidades van mucho más allá del plan de autopistas del que están hablando”, confió otro vocero provincial que confirmó el escepticismo que respiran los gobernas. En el ministerio de Transporte, confirmaron que el grueso de las obras serán precisamente viales y estarán enfocadas en la Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Salta y Mendoza.
“Hoy tuvimos una expectativa muy buena, contamos con la presencia de 300 inversores internacionales durante la presentación y desde noviembre hasta julio vamos a licitar 12.000 millones en obras viales”, destacó la fuente consultada. En la Casa Rosada, otro funcionario de la jefatura de Gabinete agregó que el plan que presentó Peña también tiene “algunos proyectos para la construcción de escuelas, hospitales y cárceles, además de 9.500 millones de dólares en llamados a licitación por obras hídricas”.
Durante la presentación que encabezó Peña, Caputo, explicó el alcance de las PPP: “Son un contrato a largo plazo entre el Estado, que no pierde la propiedad del bien o el servicio, y el sector privado, con un esquema que alimenta correctamente los incentivos porque el adjudicatario (de cada obra) tiene que encargarse de la construcción y el mantenimiento. Eso hace que la obra sea de calidad, para gastar menor en mantenimiento, y alienta el cumplimiento de las etapas (de construcción por parte del privado) para poder explotarla más rápido”, detalló el ministro, en referencia al plan que tuvo en cuenta las experiencias de Australia, Chile y Perú. “Ya contamos con 59 proyectos por 26 mil millones de dólares a desarrollarse en los próximos tres años y medio”, celebró Caputo, en un mensaje que, por ahora, no convence a los mandatarios que siguen esperando precisiones concretas sobre el plan de obras públicas para los próximos dos años.
