Este domingo se cumplen sesenta días de la desaparición de Santiago Maldonado, el joven de 28 años que fue visto por última vez el 1º de agosto en territorio mapuche, durante un operativo Gendarmería. En el medio del misterio sobre su paradero la justicia puso la lupa de la investigación sobre los celulares de los efectivos que participaron del desalojo. Esta tarde la familia encabezará una movilización a Plaza de Mayo en reclamo de su aparición con vida, grito que se multiplicará en distintas plazas del país.
El último día que se supo sobre Santiago Maldonado, un grupo de gendarmes de los escuadrones de El Bolsón y Esquel entró a la Pu Lof Resistencia Cushamen después de 24 horas de tensión. El 31 de julio los mapuches del Movimiento Autónomo de Puel Mapu, que ocupan ese sector desde marzo de 2015 y reclaman como propia por carácter ancestral, habían cortado la ruta 40 hasta que Gendarmería activó el desalojo ordenado por el juez federal de Esquel Guido Otranto.
En aquel momento, la fuerza de seguridad nacional comandado por los jefes Fabián Méndez y Pablo Escola, entró al territorio mapuche y corrió con piedras y balas de goma (aunque un policía de Chubut denunció en un rastrillaje haber encontrado cartuchos de proyectiles de plomo) a los manifestantes, quienes cruzaron el río y se escondieron. El mismo día por la tarde los mapuches alertaron la desaparición del joven.
Sin pocos avances en materia investigativa y tras la recusación de Otranto, en los últimos días se hizo cargo del expediente el juez federal de Rawson, Guillermo Gustavo Lleral.
La sospecha está, sobre todo, en lo que hizo Gendarmería Nacional. Específicamente, Fabián Méndez, jefe del Escuadrón de El Bolsón, Pablo Escola, segundo a cargo del Escuadrón de Esquel, Daniel Gómez, primer alférez del Escuadrón 35, y los gendarmes Emmanuel Echazú (a quien se lo ve subiendo del río con una escopeta y lastimado), Darío Zoilán y Aníbal Cardozo, ambos escopeteros, Juan Carlos Peloso, Ramón Vera, Neri Robledo, Orlando Yucra y Maira Ramos, entre otros gendarmes que entraron a la Pu Lof y corrió a los manifestantes del Movimiento Autónomo de Puel Mapu hasta el río.
Según publica Página 12, los teléfonos de los gendarmes que participaron de la represión a la comunidad mapuche pueden ser la clave para descifrar qué pasó con el joven. Hay diálogos y datos que comprometen a los efectivos.
Entre otras cuestiones se analiza el hecho que un vehículo de Gendarmería recorrió más de 600 kilómetros y dos agentes recién regresaron a sus bases a las 5.30 de la madrugada siguiente a aquel operativo.
“Te aviso que vine trayendo a El Bolsón un detenido”, dice un mensaje sin fecha ni horario que quedó registrado en el celular del gendarme Yucra. El mismo efectivo aparece también mencionado en un diálogo entre dos de sus compañeros: “Preguntale a Yucra lo que hicimos después todo el resto atrás.” Por pedido de la Fiscalía Federal de Esquel, la Dirección General de Inteligencia Criminal de la Policía Federal (PFA) ya está trabajando en la apertura de una serie de teléfonos para analizar con mayor profundidad su contenido.
En las últimas horas Lleral recibió escritos de cada una de las partes con pedidos de medidas e hipótesis. Por ahora, el nuevo juez no ordenó ningún movimiento. Se dedicó a leer las más de 2.000 fojas que le dan volumen al expediente.
Mientras Lleral se enfrente al desafío de encontrar algún indicio que lo acerque a Santiago Maldonado, miles de argentinos volverán a concentrase en distintas plazas del país a exigir su aparición con vida a dos meses de su desaparición.