El 25 de agosto, el inicio del Torneo de Fútbol de Primera División puso fin a un período de tres meses sin competencia local. Pero no a la crisis de la AFA. Tampoco despejó la incertidumbre sobre su futuro y el de su vínculo con la televisión, una fuente de ingresos vital. Las negociaciones con el Estado permitieron retomar las actividades. Pero todos los actores involucrados afirman que esa relación terminará a fin de año. Y sobre el futuro no hay más que especulaciones.
El adelanto de $300 millones otorgado por el Gobierno -correspondiente a la temporada recién iniciada- es una parte de los poco más de $1000 millones a los que se comprometió hasta diciembre. Se complementarán en tres cuotas y fueron la llave para destrabar el conflicto. Pero apenas sirvió para aliviar las cuentas de los clubes del ascenso.
Luego de más de tres meses entre el final del torneo “de transición” y el comienzo del actual, el programa Fútbol para Todos ofreció la transmisión de todos los partidos de la primera fecha con la lógica instalada desde 2016. Los canales de TV abierta de la Ciudad de Buenos Aires (a excepción de América TV) se distribuyen los 15 partidos de cada fin de semana con un criterio que no es explícito. Pero que implica que los partidos más atractivos -en términos de rating y de interés para las audiencias- son para Telefé (Telefónica) y El Trece (Grupo Clarín), mientras que la TV Pública, DeporTV y Canal 9 complementan con el resto. Por esta cesión, los canales pagaron $180 millones en 11 cuotas para todo 2016. La generación de los contenidos continúa a cargo de la productora Torneos S.A., que controla, además, los derechos de la Primera B Nacional.
La mayor parte del staff de las transmisiones se mantuvo, aunque a las bajas de los periodistas exclusivos de América TV –que mantiene en duda si continuará emitiendo partidos- se suman las de Alejandro Apo, Elio Rossi y Viviana Vila. Parte del elenco estable desde el inicio del programa público, su alejamiento es significativo, además, si se evalúa que uno de los rasgos más notables en materia de contenidos fue la inclusión de periodistas mujeres. Vila era la única comentarista de partidos. Así, la presencia femenina queda acotada a la excelente cronista de campo de juego Angela Lerena, aunque ahora contratada por Telefé.
La programación está asegurada hasta mediados de diciembre de 2016. Con el cierre del año se habrá completado la mitad del torneo, una competencia de una sola vuelta, que se complementa con una fecha de clásicos para llegar a las 30 fechas. Pero el futuro de las transmisiones para 2017, cuando reste por disputar la mitad del torneo (y hasta un Boca vs. River) está en veremos. Lo mismo sucede con el sponsor oficial del torneo: la empresa Axion Energy renovó su contrato con la AFA, pero también podría rescindirse pues el valor que abona es muy bajo para el mercado. La petrolera pagó $34 millones por el primer semestre.
Nadie puede asegurar de qué modo será emitido el fútbol por TV desde febrero, cuando se reinicie la competencia. Tampoco quién controlará los derechos ni cuál será el modo de acceso a este contenido central de la cultura masiva y popular de Argentina. Pero desde la Comisión Normalizadora, presidida por Armando Pérez, afirman que Fútbol para Todos no seguirá.
Desde la asunción del gobierno de Cambiemos, se transformó la implementación del programa, tanto en los contenidos y lógicas de distribución como en el financiamiento. La necesidad de pagar televisión para ver fútbol (salvo en el área metropolitana de Buenos Aires y los hogares que acceden a la Televisión Digital Abierta) se profundizó, pues la TV Pública dejó de transmitir los partidos centrales y la web de Futbol para Todos ya no transmite los partidos por streaming.
Respecto del dinero, con la decisión administrativa 50/2016, la Jefatura de Gabinete firmó un acta acuerdo con la AFA. El Estado abonó $761 millones por la explotación de los partidos de Primera División del primer semestre. Un monto equivalente pagará en la segunda parte del año. Según afirman los actores en cuestión, sería lo último.
A 25 años del inicio del fútbol codificado –con la transmisión que Televisión Satelital Codificada (una empresa de la actual Torneos) realizó del partido River 2 vs. Rosario Central 1 en agosto de 1991-, el final de Fútbol para Todos parece cercano. Tras siete años de financiamiento gubernamental, se percibe el regreso del capital privado al control. La empresa Turner es la principal interesada en desembarcar en un negocio que incluiría su inversión en Telefé. La multiplicidad de plataformas y dispositivos asoma como el futuro a explotar. La performance económica de los medios en la actualidad y lo escasamente atractivo que resultó para los anunciantes la posibilidad de pautar en el fútbol doméstico en 2016 invitan a la cautela. Reina la incertidumbre. Tanto en la gestión de la organización que nuclea a los clubes como en los contenidos.
@santiagomarino