El sinceramiento

Sin tarifazo, el Gobierno en apuros y las empresas a la baja y en pánico

El fallo de la Corte obliga a Macri a endeudarse, emitir y aumentar el déficit. Las acciones de las energéticas se desplomaban en la Bolsa. Planes de contingencia y velas al Estado.

Tras el fallo de la Corte que frenó el tarifazo en el gas, las acciones de las empresas energéticas se desplomaban este jueves en la Bolsa, en tanto Edesur ya adelantó que irá a la quiebra sin el aumento. Edelap, por su parte, sigue dependiendo de los subsidios del Gobierno y Edenor podría buscar un comprador, aunque no tiene ofertas ante la incertidumbre que provocó la decisión del máximo tribunal. Las gasíferas esperarán más auxilio estatal y por eso habrá más emisión, déficit e inflación.

 

Un operador del sector le adelantó a Letra P que hoy el esquema tarifario es “inviable” y que la madeja de subsidios que dejó la gestón K no se desanda ni aún con los aumentos que pretendía aplicar el Gobierno.

 

“Sólo alcanzaba para reducir un 20% los subsidios del Estado nacional. Si no cambia el esquema, para subsidiarlo habrá que tomar deuda y emitir”, le aseguró a este medio una fuente del mercado.

 

Para tomar dimensión del costo de los subsidios a las energéticas, equivale al 70% del PBI de la provincia de Buenos Aires, según aseguraron operadores del mercado a este medio.

 

Las acciones de las empresas energéticas se desplomaban hasta un 6% en la Bolsa porteña luego de que se conociera la decisión de la Corte de frenar el tarifazo de gas para los hogares y de exigirle al Gobierno la realización de audiencias públicas. 

 

Un dato muy importante en la acordada de la Corte: obligó a realizar audiencias públicas para determinar el precio en el transporte y la distribución, pero dejó que el precio de extracción de boca de pozo lo ponga el mercado. De esta manera, sólo dejó sin efecto el 50% del tarifazo.

 

Mientras tanto, Edenor, Pampa Energía, Metrogas, Distribuidora de Gas Cuyano y Transportadora Gas del Norte mostraban fuertes caídas en sus cotizaciones, tanto en la city porteña como en Wall Street.

 

Sí quedó en pie la tarifa social para 9 millones de usuarios residenciales, al igual que el esquema que funcionaba hasta ahora, que premia al distrito más rico del país, la Ciudad de Buenos Aires, donde se pagan tarifas irrisorias de dos dígitos bimestrales mientras que en el resto del país el costo de la energía se multiplica por diez en algunos casos.

 

Un salvataje para mantener el esquema actual le costará al fisco 0,5% de su PBI anual, estimaban distintos agentes de Bolsa mientras veían derrumbarse los papeles de las energéticas.

 

El que dejó en claro qué va a pasar fue el CEO de Edesur, Maurizio Bezzeccheri, quien advirtió que con un fallo adverso la empresa no tendrá ingresos e irá a la quiebra.

 

"Acatamos el fallo, pero la reducción de tarifas quita recursos para hacer inversiones. Supongo que los jueces tomaron decisiones sobre elementos sólidos, si no, sería un poco irresponsable", dijo el empresario italiano.

 

Más allá de que los sectores vinculados a facturación de las energéticas hacen malabares hace meses para hacer y deshacer las facturas de usuarios residenciales de acuerdo al escenario cambiante de la tarifa, desde el sector aseguraron que “al menos necesitan facturar con la tarifa vieja para hacer algo de caja y poder pagar sueldos”.

 

En el resto de las empresas aún optaron por el hermetismo, pero la dependencia a lo que pueda hacer el Gobierno es ineludible: las cuentas no cierran y necesitan auxilio fiscal.

 

Lo cierto es que los usuarios de las provincias más pobres pagan mucho más por la electricidad y el gas que los usuarios ABC1 de CABA.

 

Y también que las empresas siempre recibieron subsidios en un esquema que castiga al interior y a sectores medios más que a los de mayor poder adquisitivo.

 

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