El titular del Juzgado N°14 del fuero Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad, Lisandro Fastman, volvió sobre sus pasos y resolvió prohibir la realización de fiestas electrónicas dentro de boliches de la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de que, en primer instancia, decidió suspender la cautelar del juez Roberto Andrés Gallardo, que iba en ese sentido y desató una polémica que puso en guardia a la Cámara de Discotecas porteña y al Gobierno porteño.
Fastman dispuso que, además del compromiso público de no permitir fiestas masivas, desde la administración de Horacio Rodríguez Larreta “deberán arbitrar todos los medios a su alcance para prevenir y evitar que eventos de similares características –aunque de menor concurrencia de público– tengan lugar en establecimientos habilitados con otra clase y finalidad habitual”. Concretamente, obligar a las discotecas a que no monten fiestas como la "Time Warp", en la que cinco jóvenes fallecieron producto de la ingesta de drogas sintéticas.
Según reveló el diario Página/12, el magistrado recibió el compromiso del Gobierno porteño de entregar un informe sobre las fiscalizaciones realizadas durante el mes de abril pero la documentación no se entregó en el plazo acordado. Por esa razón, Fastman dispuso que la Agencia Gubernamental de Control (AGC) se encargue de que no se hagan fiestas electrónicas en locales bailables, que se inspeccionen los boliches denunciados por Gallardo, que se extreman “los recaudos en el ejercicio de sus funciones habituales de control y arbitrar todos los medios a su alcance para resguardar la salud e integridad física de los asistentes a los locales bailables”. Esto implica, cantidad de asistentes, higiene, ventilación, normas de seguridad y también “hidratación y dispositivos médicos de emergencia”.
Según el matutino, el magistrado explicó que ordenó estas medidas “con estricta finalidad protectora de derechos, al efecto de evitar todo tipo de daño que pueda resultar previsible” por parte de los controles del gobierno porteño.
Fastman toma parte en la cuestión luego de que el juez Gallardo, reconocido por sus fallos contra el PRO, hiciera lugar a un amparo de dos asociaciones civiles y la Federación Universitaria de Buenos Aires y, por la urgencia del tema, dictó una medida cautelar porque estaba de turno. Acto seguido, como informó Letra P, la Secretaría General de la Cámara sorteó al juez de trámite que terminó con el titular del Juzgado N°14 en la causa. Su decisión fue dejar caer la medida cautelar y, en consecuencia, se cayó la prohibición de fiestas electrónicas y boliches en la noche del 29 de abril.
No obstante, el magistrado esperaba una respuesta del Gobierno porteño que jamás llegó. Entonces, Fastman ahora decidió prohibir todas las fiestas electrónicas que se hagan en boliches, no sólo los festivales masivos (que no serán autorizados hasta nuevo aviso).
Al conocerse el fallo de Gallardo, el Gobierno de la Ciudad activó su defensa: Larreta lo consideró un “disparate” y su procurador, Gabriel Astarloa, le recomendó avanzar con un pedido de revocatoria. En paralelo, los dueños de boliches ponían el grito en el cielo por la situación. Entre las partes (juez, Gobierno y Cámara de Discotecas) se acordó levantar la prohibición pero con un compromiso. Como no se cumplió, Fastman repitió la decisión de Gallardo.
El fallo de Gallardo se dio en el marco de la trágica fiesta electrónica "Time Warp" que se realizó en Costa Salguero y en la que fallecieron cinco jóvenes producto de la ingesta de drogas sintéticas. Luego de ese evento se comenzó a cuestionar la capacidad de control del Estado porteño y el amparo que recibió el magistrado apuntaba a que una serie de discotecas incumplían los requisitos primarios para estar habilitados y desarrollar las actividades que proponían.