Urgido por la necesidad de cerrar el litigio con los fondos buitre, el oficialismo quedó acorralado por la presión que ejercen el Frente Renovador, de Sergio Massa, y el bloque Justicialista, que tiene como referente a Diego Bossio. El ex intendente de Tigre se reunirá este lunes por la noche con representantes del Gobierno para terminar de destrabar el apoyo al proyecto enviado por el Ejecutivo. Como condición, pide que se fije un límite al endeudamiento, que la toma de deuda no vaya destinada a gastos corrientes y que se especifique lo relativo al pago de honorarios a los abogados de los holdouts.
Si bien Massa dijo este lunes que “Argentina debe salir del default sí o sí” y está descontado que su espacio acompañará la derogación de leyes Cerrojo y de Pago Soberano, el Frente Renovador condicionó su apoyo al proyecto a la introducción de modificaciones y dejó trascender que trabaja en un dictamen conjunto con el bloque Justicialista, que podría complicar al oficialismo.
“El proyecto que envió el Ejecutivo autoriza a emitir bonos hasta que sea necesario para cumplir con los pagos. Eso implica darle un cheque en blanco al Gobierno. Los puntos del endeudamiento deben ser precisos”, explicó esta tarde el economista Marco Lavagna, diputado del Frente Renovador y referente de Massa en temas económicos, al salir del plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas, conducidas por los oficialistas Luciano Laspina y Eduardo Amadeo, que tuvo lugar en Diputados.
Lavagna y Bossio se pusieron al frente de la redacción de un dictamen de minoría que amenazaron con sacar en caso de que el oficialismo no acepte modificaciones a su texto, algo que está prácticamente descartado. Desde el bloque Cambiemos aseguraron que “hay buena predisposición” para escuchar a los diputados del massismo y del peronismo, cuyos votos necesitan.
Los puntos que cuestionan tanto el Frente Renovador como el bloque Justicialista tienen que ver principalmente con el endeudamiento. El ministro Alfonso Pray Gay explicó el viernes en el Congreso que el Ejecutivo emitirá 11.684 millones de dólares en bonos para afrontar el pago a los holdouts. Sin embargo, no descartó ampliar la emisión hasta 15 mil millones. “Si, como planteó Prat Gay el viernes, la disyuntiva es endeudamiento o ajuste, quiere decir que el endeudamiento es para gastos corrientes. No podemos votar eso”, remarcó Felipe Solá. Bossio pidió, además, precisiones “para evitar que haya nuevos litigios” por parte de los holdin, es decir los bonistas que entraron en el canje.
En el massismo quieren que el proyecto marque con precisión cuáles son “las obras de infraestructura o para el desarrollo de la sociedad” a las que se destinará la toma de deuda. De lo contrario, creen que “ya que el programa económico no arranca” el oficialismo usará el endeudamiento para paliar el déficit y evitar el conflicto social, que se postergará por algún período de tiempo pero que le explotará en las manos a quien intente gobernar el país en 2019, acaso el propio Massa. Esa fue la advertencia que escuchó el líder del Frente Renovador de boca del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, y que lo llevó a tensar la negociación.
Acorralado por la urgencia que implica la obligación de realizar el pago antes del 14 de abril - y en efectivo - el Gobierno negocia con Massa a través del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, el jefe de bloque del PRO, Nicolás Massot, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Los dirigentes se reunieron este lunes por la noche en Tigre para destrabar el tema. Para el macrismo, la imposibilidad de sancionar la ley no solo implicaría una derrota política sino también un desastre en el escenario económico.
Sin embargo, Massa sabe que la presión tiene un límite. El acuerdo con los buitres no solo es fundamental para la Rosada sino también para los gobernadores del peronismo, que necesitan salir a tomar deuda para paliar las crisis provinciales. Esa urgencia ya generó la escisión del bloque del Frente para la Victoria en el mes de febrero - que terminó en la salida de 17 diputados que conformaron el Bloque Justicialista - y sigue generando divisiones en la bancada que conduce Héctor Recalde.
Según trascendió este lunes en Diputados, algunos gobernadores les habrían pedido a sus diputados, que aún forman parte del bloque del FpV, que den quórum en la sesión del jueves, en la que supuestamente se tratará el proyecto. Entre los diputados que podrían bajar al recinto estaría nada menos que el vicepresidente primero de la Cámara, el ex gobernador de San Juan, José Luis Gioja. Recalde había anunciado que el espacio no daría quórum.