SÚPER MARTES

Vidal, también con la herencia: "Nos duele la provincia quebrada"

La gobernadora inició su discurso hablando de consensos y con agradecimientos a la Legislatura y a los docentes, pero, como Macri, hizo foco en un diagnóstico lapidario de la provincia que dejó Scioli

En la apertura de un nuevo período de sesiones ordinarias de la Legislatura, la gobernadora María Eugenia Vidal inició su discurso señalando la necesidad de construir "consensos", agradeció a los diputados y a los senadores provinciales por la aprobación del Presupuesto 2016 y destacó el acuerdo con los docentes para iniciar las clases en la fecha establecida. Pero, como hizo antes el presidente Mauricio Macri, que criticó con mucha dureza la gestión de gobierno de los Kirchner, dedicó una extenso tramo de su discurso a trazar un diagnóstico lapidario de la provincia que heredó de su antecesor, Daniel Scioli.

 

Vidal comenzó y terminó hablando de "la esperanza". Pidió durante todo su discurso que la ayuden a trabajar en equipo. Les habló a los legisladores en todo momento pidiéndoles trabajar juntos. "Estamos en el comienzo de una nueva etapa, de esperanza", inició. "Redujimos un 30% los cargos políticos y bajamos a la mitad la pauta publicitaria", dijo, provocando los aplausos de los presentes. De esa manera cerraba su capítulo enumerando todas las acciones que llevó a cabo desde que asumió como gobernadora, en diciembre del año pasado.

 

Se esperaba un mensaje más centrado en obras y medidas de gobierno que en la herencia, y en el arranque parecía que esa expectativa se iba a cumplir. Pero el mensaje fue cambiando de tono hasta desarrollar una dura crítica a la gestion peronista que terminó el 10 de diciembre pasado. Para eso, repitió un concepto que usó en su discurso de asunción: "Nos duele la provincia quebrada", dijo.

 

En esa línea, agregó: "Encontramos un Estado que está más preparado para obstaculizar que para gobernar", y agregó: "Si seguimos haciendo las mismas cosas vamos a tener los mismos resultados. Hoy la provincia duele".

 

Vidal se centró en gran parte de su oratoria a ejemplificar con datos de la realidad con qué provincia se encontro, luego de dos gobiernos sciolistas. Allí apuntó a graficar en la gravedad de la situación en todas las áreas, empezando por la salud y la educación. Habló de la cantidad de hospitales que necesitan reformas millonarias urgentes, lo mismo con las escuelas. También, diagnosticó una emergencia en cuanto a rutas y obras hidráulicas en todo el territorio bonaerense.

 

"La mitad de los vecinos no tienen agua potable", "de los 77 hospitales, 53 requieren obras millonarias para ponerse de pie", "de haber una inundación, no había botes para asistir a las víctimas", fueron algunas de las frases, en ese sentido.

 

En un momento, casi como un mensaje de campaña, fue enumerando qué cosas le duelen, en el marco de "una provincia quebrada". "Nos duele que 3 mil chicos vivieran en hogares llenos de deudas", "nos duele que los efectivos policiales tengan que usar los chalecos por turno", detalló así.

 

En varios pasajes fue muy dura al apuntar directamente contra el ex gobernador Daniel Scioli, claro que sin nombrarlo. "Quiero un Estado que deje de emparchar de manera mediocre los problemas, y que planifique y genere oportunidades", dijo en ese sentido y agregó una frase que quedará para el recuerdo: "Yo no estoy acá para construir una candidatura ni para hacerme rica".

 

"El momento es ahora, se puede", repitió, y como ya lo dijo en su discurso de asunción el pasado 10 de diciembre, volvió a insistir: "No me dejen sola, yo no los voy a dejar solos, yo voy a estar acá, firme, haciendo mi parte". "La esperanza no es una gobernadora, la esperanza somos todos, cada uno haciendo su parte. Muchas gracias", cerró.

 

Omar Perotti, el gran apuntado por la debacle del peronismo en Santa Fe.
Victoria Villarruel y Javier Milei

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