En los días que los trabajadores públicos plantearon una férrea postura para negociar paritarias, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, reunió a su Gabinete para darle forma al comienzo del año que aparenta ser movido. Más allá de salarios, se habló de la continuidad de obras planificadas y la situación financiera.
Desde el mediodía, en la residencia de los gobernadores de Viedma, los principales funcionarios y dirigentes de la provincia se sentaron a escuchar el mensaje que Weretilneck bajó. Según pudo saber Letra P, tuvo como objetivo desplegar la mejor estrategia para el siempre complicado inicio de negociación salarial.
La información oficial explicó que el gobernador, junto a su vice Pedro Pesatti, se explayó sobre lo ocurrido en el último año, del cambio de mando en la Casa Rosada y de cuánto sirvieron los encuentros entre funcionarios nacionales.
El vocero oficial del encuentro fue el titular de Obras y Servicios Públicos, Carlos Valeri. El ministro describió como los equipos técnicos de su cartera presentaron un análisis de los números rionegrinos y de cuál es la actualidad con una evaluación de “la cuestión salarial”. Sin vueltas, planteó que existen “muy buenas condiciones para seguir llevando adelante la Provincia, siempre con cautela y capacidad financiera, cuidando las finanzas públicas y muy atentos a cómo se desenvuelve la economía y la política nacional”.
La cautela que Valeri remarcó fue representada hace un día en la reunión del Consejo de la Función Pública. Allí estuvieron el secretario general de la Gobernación, Matías Rulli, y el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo. Lejos del 40 por ciento que habían anticipado los sindicatos en una conferencia de prensa a solo metros de la Casa provincial, en la plaza San Martín, Di Giácomo habló de una cifra que apenas alcanza la mitad: 19 por ciento.
“Teniendo en cuenta los distintos conceptos que se sumarán al incremento salarial que se otorgue, se elaboró una propuesta integral para los empleados públicos. La misma ronda en principio en un 19% de aumento”, advirtió el funcionario que trabaja como nexo entre Weretilneck y los municipios.
En ese momento, Di Giácomo utilizó una forma particular para justificar el lejano número al que los estatales aspiran conseguir. Con el recuerdo de la pelea en la Justicia por el 15 por ciento de coparticipación nacional, vaticinó un escenario áspero en el 2016 para Río Negro.
“Ante un año de incertidumbre preferimos mantener ese equilibrio que ha demostrado esta gestión de gobierno entre lo que significa pagar en tiempo y forma”, se anticipó.
Ahora los que deben responder son los gremios. UPCN, siempre cercano a los planteos de los oficialismos, parece que no será un gran escollo a diferencia de los docentes: al igual que ATE, buscan una suba que ataque el aumento de precios y el costo de la canasta básica.