El pasado 22 de enero, cuando Letra P reveló –en tiempo real- que el gobernador peronista salteño, Juan Manuel Urtubey, almorzaba en el Palacio Duhau de la Recoleta porteña con los calificados operadores macristas Emilio Monzó (presidente de la Cámara de Diputados) y Rogelio Frigerio (ministro del Interior), voceros de la Casa Rosada ensayaron una explicación poco convincente: es un encuentro de rutina por temas de gestión, le dijeron a este portal. En rigor, en esa mesa de manteles bordados y abundante platería se le habrían dado las puntadas finales al pacto entre el presidente Mauricio Macri y sectores díscolos del PJ para fracturar el bloque de diputados del justicialismo y, consecuentemente, astillar la fuerza opositora más poderosa.
Este mediodía, en el tercer piso de la Cámara baja, 78 diputados peronistas discutían, a horas nada más de la reunión del Consejo Nacional justicialista convocada para las 18, el futuro del bloque y, también, del partido.
Lo hacían con la ausencia de 11 legisladores que componen el grupo rupturista liderado por Urtubey y el ex director ejecutivo de la Anses Diego Bossio, furioso con la ex presidenta Cristina Kirchner, con la agrupación La Cámpora y con todo el kirchnerismo más duro desde que su candidatura a la gobernación bonaerense se derrumbó en medio de una trama que habría incluido pesadas carpetas voladoras.
La reunión era presidida por Héctor Recalde, Luis Basterra y el ex gobernador de San Juan José Luis Gioja, a quien se señala como vocero del grupo de diputados que quebrarían la bancada.
El grupo del kirchnerismo puro es liderado en la reunión por Máximo Kirchner, y asisten también Axel Kicillof, Eduardo “Wado” De Pedro, Andrés “Cuervo” Larroque, Marco Cleri, Juan Cabandié, Mauricio Gómez Bull, Juliana Di Tullio y Remo Carlotto, junto a Leonardo Grosso, del Movimiento Evita.
Los ausentes intentaron justificar el faltazo en una “misión diplomática” (Luis Beder Herrera, Guillermo Snopek), problemas de salud (Carlos “Cuto” Moreno, Juan Carlos Díaz Roig, Luis Cigogna, Sandra Mendoza) y vacaciones (la sciolista Cristina Alvarez Rodríguez).
Gioja, quien es vicepresidente primero de la Cámara, sería la voz en la reunión del grupo “díscolo”, aunque sería su objetivo, como informó Letra P en su oportunidad, tensar la cuerda para obtener beneficios que podrían evitar la ruptura, una meta que es compartida por la amplia mayoría de la bancada.
La reunión empezó alrededor de las 11.30 pero las fotos se hicieron después del mediodía para retratar el mayor número de asistentes.
