Cuando faltan menos de dos semanas para el inicio del año parlamentario, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, mantiene una saga de reuniones para negociar el reparto de lugares en las 45 comisiones permanente del cuerpo con los jefes de todos los bloques. Mientras procura mantener la paz con el Frente para la Victoria, intenta conformar a los aliados radicales mientras abre lugares al Frente Renovador y al nuevo bloque justicialista.
El presidente del bloque del PRO en Diputados, Nicolás Massot, ya avisó a los miembros de su bancada que el Gobierno decidió ceder algunas presidencias en comisiones con el fin contener al bloque de Sergio Massa. El mismo mensaje llegó al radicalismo y provoco el descontento del presidente de la bancada, Mario Negri.
Sin embargo, en las últimas horas, el PRO hizo movimientos para intentar mantener la armonía con los socios radicales. Mientras en Diputados circulaba el rumor de que el presidente de la Cámara pretendía asignarle la presidencia de siete comisiones a la UCR, ocho al PRO y nueve al Frente Renovador, Negri era confirmado como presidente del interbloque Cambiemos. Y pocas horas después, el presidente Mauricio Macri recibía a todos los legisladores de la coalición en Olivos, en una cena de camaradería.
“El radicalismo ayuda a la conformación de las mayorías necesarias para tener gobernabilidad. Nosotros somos parte de este Gobierno y entendemos que es necesario”, le dice a Letra P una fuente calificada del partido, que admite que las discusiones giran en torno a “los equilibrios” a los que debe llegarse en la relación con el peronismo. “Lo importante es que nosotros no perdamos capacidad política”, agrega.
El miércoles por la tarde, tras la conferencia que brindaron junto al resto de los diputados de la bancada para hablar sobre el impacto de las medidas económicas del Gobierno en la sociedad, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, y el vicepresidente 1° de la Cámara, José Luis Gioja, se reunieron con Monzó para empezar a delinear el reparto. Según trascendió, el encuentro fue “positivo” y hubo “racionalidad absoluta” en la discusión sobre la participación de los diputados en las comisiones y sobre cómo se dividirán las presidencias.
El kirchnerismo entiende que le corresponde el oficialismo presidir comisiones consideradas clave, como Presupuesto, Asuntos Constitucionales y Juicio Político, pero quiere hacer valer su mayoría. El FPV tiene 81 diputados, mientras que el PRO tiene 41 y la UCR, 40. El interbloque Cambiemos suma 91 legisladores.
Luego de ese encuentro, Monzó también se juntó con Graciela Camaño, presidenta del bloque Federal Unidos por una Nueva Argentina (UNA) -conformado por 28 diputados - que se vería favorecido por el reparto, ya que el macrismo quiere mantener las buenas relaciones con el líder del espacio, Massa. A la discusión también se sumó, en las últimas horas, el flamante Bloque Justicialista, que también pretende conseguir algún lugar de relevancia. “Entendemos que el oficialismo debe presidir algunas comisiones clave, porque nosotros también fuimos oficialismo y así lo hicimos. También sabemos el número que tenemos pero nuestro bloque representa a muchas provincias y a los sectores gremiales y tenemos expectativas en ese sentido. Se está conversando”, explica un diputado del nuevo espacio, que preside el sindicalista Oscar Romero.
Luego de conversar con los sectores opositores, este jueves el presidente de la Cámara se abocó a la tarea de contener a propios y aliados, en una reunión que mantuvo con Massot, Negri y Fernando Sánchez, de la Coalición Cívica.
Las negociaciones terminarán de cerrarse en las próximas horas y la semana que viene quedará conformado el mapa de las nuevas comisiones.