En una situación económica que empeora, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, volvió a reclamarle al Gobierno nacional una millonaria suma para “hacerse cargo” de las “obligaciones” que deberá afrontar en los próximos días. Según explicaron desde la Gobernación de esa provincia, la suma exigida fue de 600 millones de pesos que se oficializó en una carta al ministro del Interior, Obra Pública y Vivienda, Rogelio Frigerio.
Lo que se busca desde el extremos sur de la Patagonia es que el presidente de la Nación, Mauricio Macri, “tenga una actitud federalista” más allá “del color” político.
“Hacia el interior de nuestra provincia todas las localidades han ido recibiendo la ayuda que desde el ejecutivo provincial ha podido brindarse y pese al estado crítico de sus finanzas se ha colaborado últimamente con el doble salario de manera equitativa a todos los municipios, sin importar colores políticos porque todos somos santacruceños”, explicó Alicia.
Con el recuerdo del reclamo en los primeros días de enero para recibir ayuda financiera, en modo de ATN, o de adelanto que no afecte cualquier suma de coparticipación, la cuñada de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, volvió a pedir “trato equitativo”. Sin vueltas, ejemplificó con los montos recibidos por Mendoza y Jujuy (de tintes oficialistas) que alcanzaron los mil millones de pesos.
También habló del dinero que se depositó en las arcas de Córdoba ($ 800 millones), Chubut ($ 250 millones), Santa Fe ($ 600 millones), Neuquén ($ 500 millones) y Entre Ríos ($300 millones).
Enojada con la decisión de “aislar” a su provincia, Alicia recordó la ayuda para la provincia de Buenos Aires y la “polémica” por el cambio de la coparticipación para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en un 168 por ciento.
La medida que surgió desde Río Gallegos es un desencadenante del sinceramiento que la propia mandataria provincial había hecho a finales del 2015. Con apenas 20 días en el cargo, decidió hacer una cadena televisiva para hablar de los números en rojo de Santa Cruz que dejó a la gestión de Daniel Peralta, su antecesor, en el ojo de la tormenta.
“Hay que organizar para reconstruir, además de entender que el Estado no es propiedad de la administración pública, de los empleados y ni de los funcionarios. En tal caso la administración pública, está al servicio de toda la comunidad”, decía la ex Ministra nacional.
Su sobrino, el diputado nacional Máximo Kirchner, fue otro de los interlocutores al igual que el vicegobernador, Pablo González. La continuidad en las obras de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic todavía desvela a la conducción política santacruceña, que necesita una llegada urgente de dinero para apagar los focos que dejó Peralta.