Las peleas de poder siempre dejan vencedores y vencidos. Ganadores y perdedores. La batalla que el pasado miércoles se libró en el parlamento bonaerense, no fue la excepción.
En el marco de la discusión del Presupuesto 2017, hubo claros ganadores, como la Gobernadora, María Eugenia Vidal, y sectores que terminaron con las manos vacías, como sucedió con La Cámpora.
También, el caso del Movimiento Evita, que en medio del caos de la interna del PJ y el FpV, logró sumar poder.
Con tres diputados, radicados en el bloque “Peronismo para la Victoria-FpV”, el Movimiento Evita logró sortear sin daños la pelea por las autoridades de la Cámara Baja.
Este sector pudo retener la vicepresidencia tercera, que continuará a cargo de Patricia Cubría. Además, en plena batalla interna entre los intendentes peronistas y La Cámpora por la titularidad de la Defensoría del Pueblo, logró capturar uno de los cuatro adjuntos.
De esta manera, el ex senador provincial, Eduardo “cholo” Ancona, asumirá como flamante Defensor adjunto en “derechos sociales” de la Defensoría del Pueblo.
El cargo está preparado para activar la tarea territorial que desarrolla el Movimiento Evita en varios puntos neurálgicos del conurbano.
El Evita se aseguró además el sostén de los planes sociales y proyectos de cooperativas en la Provincia. Fueron acuerdos gestados en el orden nacional, con la firma del jefe del Movimiento, Emilio Pérsico y la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley.
En mayo pasado, el gobierno nacional inició un proceso formal de acercamiento a los diferentes movimientos sociales, y el Evita tuvo un rol central en este proceso.
A través del Plan Argentina Trabaja, se confirmaron acuerdos con las cooperativas de trabajo que manejan estos espacios sociales para la construcción de futuros planes de vivienda.
Este accionar fue acompañado por la decisión política de desmarcarse del kirchnerismo, e iniciar un proceso de “reconstrucción” del espacio en el que está incluido el peronismo en todas sus vertientes.