Tras la decisión de reducir desde marzo próximo un 35% el arancel de importación de computadoras y tablets, el Gobierno empezó a reunirse con los sectores industriales involucrados para contener dudas y evaluar esquemas para evitar que haya despidos en fábricas que antes producían y ahora traerán el producto de afuera. El ministro de la Producción, Francisco Cabrera, recibió hoy a los dirigentes de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Tierra del Fuego (AFARTE), en una mesa que giró en torno a la problemática del empleo. Estuvo allí el secretario de Industria, Martín Etchegoyen, el ex UIA que más relación tiene con los fabricantes. En dos semanas volverán a reunirse, dado que las empresas tienen aún dudas con el programa lanzado ayer por el Gobierno. Tanto es así que hay algunas firmas que se nuclean en cámaras pyme que están analizando acudir a la Comisión de Industria del Congreso para plantear la afectación al sector.
Desde el entorno de Cabrera adelantaron a Letra P que “no hay ningún misterio en las reuniones, se tratan todos los temas”. Y agregaron que “no está en carpeta ni se está pensando avanzar más allá de las computadoras, no se van a bajar los aranceles de celulares ni de televisores”.
Asimismo, el Gobierno está trabajando en la manera de saber si los precios bajarán lo que las empresas de retail prometieron. Precisamente hoy, la cámara electromecánica Cadieel emitió un comunicado en duros términos, negando que la baja en los precios vaya a ser del 50%, como apuntó ayer el Gobierno. “Con la rebaja de aranceles hay líneas enteras de producción que desaparecerán y se ponen en riesgo miles de empleos. La rebaja en el precio al público no llegará al 50% previsto por Comercio. A lo sumo podrán bajar un 20% pues hay costos financieros, impositivos, de logística y comercialización que no se modificarán”, expresaron. El titular de CADIEEL, Jorge Cavanna, consideró que la baja de aranceles de importación para equipos informáticos suma otra “mala señal” para las pequeñas y medianas industrias argentinas y alertó que se ponen en riesgo más de “cinco mil puestos de la cadena de valor del sector porque muchas líneas de producción van a desaparecer”.
Según detalló Cadieel en la cadena de comercialización argentina el promedio de utilidad por cada computadora es de un “50 por ciento” y lo contrastaron con Chile donde ese promedio “cae a la mitad”. También señalaron que “traer un contenedor desde China cuesta menos que despachar un camión a Salta” por lo que pidió que “oficialismo y oposición” comiencen a trabajar en esos temas con “visión de futuro” para dar previsibilidad y “alentar las inversiones que generarán empleo”.
"En agosto estuvimos reunidos con el ministro de Producción, Francisco Cabrera, las empresas afectadas y la Unión Obrera Metalúrgica y allí se acordó que nos citarían a una mesa de trabajo para desarrollar en forma conjunta propuestas que incrementen la competitividad sectorial para conseguir bajas en los precios de venta que permitan que la gente tenga un mejor acceso a la tecnología sin poner en riesgo fábricas ni empleos. Tardaron 90 días en recibirnos, les llevamos una propuesta y a las 48 horas nos enteramos por los diarios de esta rebaja”, relató Cavanna quien se mostró sorprendido por esta actitud que contrastó con el “buen clima de diálogo de las autoridades”.