La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner homenajeó este martes por la mañana al fallecido líder de la revolución cubana, Fidel Castro, en la embajada de Cuba. Antes, la primera mandataria había pasado por Comodoro Py para dejar sus huellas dactilares y someterse al informe socio ambiental solicitado por el juez Claudio Bonadío. Al salir, criticó al magistrado. "Cuando me fui no había llegado. ¿Y sabés qué? Además no paga Ganancias", escribió en su cuenta de Twitter.
Cristina llegó Comodoro Py a las 7.45, tras salir de su departamento del barrio porteño de Recoleta, e ingresó con su vehículo por un acceso lateral que da al Correo Argentino, sin hacer declaraciones a la prensa, según informó la agencia Télam.
Una vez dentro del edificio y con fuerte custodia, subió al cuarto piso junto a su abogado Carlos Beraldi e ingresó a la secretaría que lleva la causa por las operaciones de dólar futuro, pero aún no había arribado la titular María Muntaner y fue atendida por otro secretario.
La ex presidenta se entintó la yema de los dedos y luego se limpió con toallitas húmedas. "Lo más sensato y moderno de todo: las toallitas húmedas para limpiarte los dedos entintados", ironizó también después vía Twitter, en una serie de mensajes que dedicó al trámite judicial, que se realizó en el marco de la causa del dólar futuro, que investiga Bonadío.
Concluida la toma de tres copias de fichas dactiloscópicas, ingresó una asistente social de la Cámara Federal porteña para el informe socio ambiental, que es de carácter reservado, forma parte del legajo de personalidad de cada procesado y se basa en una entrevista a solas.
La ex Presidenta se quedó en privado con la asistente y respondió preguntas vinculadas a su grupo familiar, forma de vida, nivel cultural y de educación, entre otros items y, según fuentes judiciales, en un momento dijo a la trabajadora que las respuestas a esas preguntas "estaban en Wikipedia".
Horas más tarde, Cristina se dirigió hacia la embajada de Cuba, ubicada en la calle Virrey del Pino, en el barrio de Belgrano, para llevar sus condolencias por la muerte de Castro. Allí se entrevistó con el embajador Orestes Pérez Pérez y rindió homenaje al comandante.