El proyecto tambaleaba durante la madrugada, en medio de un fuerte lobby que enfrenta desde hace meses a representantes de comercios y bancos. Pero finalmente salió, y por amplia mayoría. La nueva Ley de Tarjetas de Crédito fue aprobada en la Cámara de Diputados con 134 votos a favor, 34 en contra y 7 abstenciones. Ahora será el turno del Senado, donde no cayó bien que Cambiemos haya avanzado en un proyecto nuevo ignorando la propuesta de ley unánime que se había logrado.
Se trata de la iniciativa que rebaja las comisiones por las compras con tarjetas de crédito y débito. El texto aprobado en comisiones fue modificado en el recinto, de modo que esa reducción será gradual. ¿Cuáles serían los nuevos aranceles? Para las tarjetas de crédito, 2,6% en 2017, 2,3% en 2018 y 2% en 2019. Y, en el caso de las tarjetas de débito, los aranceles serán del 1,3%, 1,15% y 1% respectivamente.
Además, ante un pedido de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, se aclaró en el texto del proyecto que la rebaja de comisiones será inmediata en el caso de las pymes.
La votación terminó realizándose a las 4 de la mañana, dado que los diputados pasaron a un cuarto intermedio para intentar arribar a un consenso de último momento. El riesgo de que el proyecto terminara volviendo a comisiones se hacía más fuerte a medida que avanzaba el debate, donde se reiteraban las quejas de la oposición porque no se tuvo en cuenta la media sanción del Senado –que además fijaba aranceles distintos-, y en cambio se impulsó una iniciativa totalmente nueva, que fue elaborada por los presidentes de las comisiones de Legislación General, Daniel Lipovetzky, y de Finanzas, Eduardo Amadeo, con la venia de la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa).
Insatisfecho con el resultado, el bloque del Frente para la Victoria –en su gran mayoría- votó en contra del proyecto, y un pequeño puñado se abstuvo, al igual que el Frente de Izquierda.
Al abrir el debate, Lipovetzky puntualizó que el proyecto no sólo consiste en la rebaja de las comisiones que cobran las tarjetas, sino que busca fomentar la competencia en el mercado de adquirencia, para que “no esté monopolizado por una sola empresa como hoy”, en alusión a Prisma S.A.
“Estamos introduciendo un cambio copernicano en este negocio”, aseguró por su parte Amadeo, y agregó que “en este proyecto ganan claramente las pymes y los consumidores, que van a tener más competencia y menores costos”.
Lo cierto es que asoma el cierre del período ordinario y el llamado a extraordinarias –oficializado este miércoles- no incluye en el temario la Ley de Tarjetas. Pero más allá de los tiempos, causó malestar en el Senado la jugada propia del oficialismo en Diputados. Por caso, el presidente de la Comisión de Industria y Comercio, el chubutense Alfredo Luenzo, consideró “una falta de respeto” el tratamiento que se le dio al proyecto.