Llamó la atención a propios y ajenos que el Consejo Interamericano del Comercio y Producción (Cicyp), agasajara el lunes último al periodista Jorge Lanata. No porque no lo mereciera, sino porque la serie de eventos de este año habían sido con personajes de mayor linaje político. Este club de empresarios de fuste que hoy preside Adrián Werthein, empezó 2016 recibiendo al embajador de los Estados Unidos, Noah Mamet; y luego al propio Presidente de la Nación, Mauricio Macri. En esta serie, la convocatoria a Lanata no seguía una lógica que sí suelen tener los convites del Cicyp.
En realidad, y según confiaron fuentes de la organización a Letra P, lo de Lanata fue el plan B de una apuesta jugada de este pool de más de 500 hombres de negocios. Es que estaba hasta el viernes último confirmada la visita y la palabra en el almuerzo de Henrique Capriles, el venezolano que comanda la oposición a Nicolás Maduro en Venezuela. Un verdadero secreto guardado bajo siete llaves, del que casi ninguno de los miembros del Cicyp estaba al tanto.
El referente vinotinto debía hablar y sería entrevistado por Lanata, que oficiaría como bastonero del evento. Lo cierto es que a último momento Capriles declinó la invitación. En el Cicyp cuentan que el personaje explicó que su presente político está hoy en Venezuela y que había temor de que si salía no pudiese volver a entrar. Así las cosas, el almuerzo giró en torno a los análisis del periodista estrella de Canal 13.
