Acompañado por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el presidente Mauricio Macri concretó, en un acto realizado esta mañana en Casa Rosada, el traspaso de parte de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires, transfiriendo así a la órbita porteña y una formación de 21.000 efectivos policiales que se sumarán a los 6.300 efectivos con los que hoy cuenta la Policía Metropolitana.
En una breve ceremonia, el jefe de Estado solicitó a las autoridades “un mapa del delito” con estadísticas confiables, “no como en la década pasada”, apuntó para profundizar en los dardos discursivos tendientes a oscurecer la pasada administración kirchnerista.
En este sentido, insistió, tal como lo hizo este lunes en Mar del Plata con la gobernadora María Eugenia Vidal, en que “el gran desafío que tomamos es la lucha contra el narcotráfico. Y la única manera de enfrentarlo es mejorar la institucionalidad de este país”, recalcando que “venimos de una década de inacción”.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que con este traspaso se apunta "a tener una sola fuerza". En tanto, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, aseguró que "ganan" no solo los porteños sino lo habitantes de todo el país, al subrayar que el resto de esa fuerza "estará mucho más presente" en todo el territorio nacional para luchar "contra el narcotráfico y el crimen organizado".