El bloque de diputados del Frente para la Victoria (FPV) hizo una profunda revisión legislativa y concluyó que la Cámara baja está en condiciones de autoconvocarse durante el receso de verano y empezar a voltear los decretos con los que, hasta aquí, viene gobernando el presidente Mauricio Macri. Lo que necesita la bancada peronista ahora es conseguir el quórum de 129 legisladores y, se entusiasman los arquitectos de esta jugada, la bronca que desató en muchas provincias la decisión del jefe de Estado de casi triplicar la cuota de recursos coparticipables que recibe la Ciudad de Buenos Aires podría abrir una ventana para sumar voluntades de bloques cercanos al oficialismo, que ven en esta medida un manotazo en los fondos que les corresponden a sus distritos, más allá de que la disposición de la Casa Rosada lo que hace es agrandar la torta que reparte, aunque con el objetivo de beneficiar únicamente a la jurisdicción que administra el macrista Horacio Rodríguez Larreta.
Tres miembros del bloque que preside Héctor Recalde (FPV) confirmaron a Letra P los contactos con otros bloques. Hay diálogo con varios integrantes del Frente Renovador, sobre todo con legisladores bonaerenses. Muchos de estos massistas vuelan de bronca por aprobarle a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, un endeudamiento por 60 mil millones de pesos mientras la Ciudad, ahora, gozará de unos 19 mil millones extra gracias al decreto 194/16, que amplió la porción porteña en la torta coparticipable de 1,4% al 3,75%.
Para llegar a los 129, descuentan el respaldo de los seis diputados del Frente Cívico por Santiago, los cuatro representantes de la izquierda, los dos de Libres del Sur y algunos monobloquistas, como Carlos Heller (Solidaridad SI), Omar Plaini (Cultura, Educación y Trabajo) o Alcira Argumedo (Proyecto Sur). Con éstos, sumados a los 95 del FPV, llegarían recién a 110.
Las fuentes consultadas confirmaron acercamientos con Alicia Ciciliani, presidenta del bloque socialista –tres diputados- y con Compromiso Federal, la bancada que responde al senador y ex gobernador de San Luis Adolfo Rodríguez Saá –cuatro diputados-. Esperan el apoyo de los dos pampeanos, que responden al gobernador Carlos Verna, uno de los primeros en pronunciarse contra el decreto con que Macri favoreció al distrito que gobernó los últimos ocho años. Con todos ellos sentados en el recinto, quedarían a diez escaños de conseguir la mayoría necesaria que, dicen, les permitirá sesionar.
Recalde venía sugiriendo, en varios de los contactos del bloque con la prensa, que estaban buscando la forma de conseguir un respaldo legal a su plan de autoconvocarse. Una de las espadas jurídicas del bloque de diputados del FPV confirmó a Letra P que esa luz verde ya existe. “Revisamos todo y en ninguna ley o reglamento dice que está prohibido. Y todo lo que no está prohibido está permitido, explicó. Consultado sobre la posibilidad de que el oficialismo cuestione esa mecánica, respondió: “Armaron una mayoría mentirosa de 112 para nombrar a (el diputado de PRO, Pablo) Tonelli en el Consejo de la Magistratura. ¿Mirá si no vamos a poder activar el Congreso si conseguimos 129?”.
LUZ ROJA. La clave para tentar a los gobernadores y que pongan a sus diputados a ocupar sus bancas en una hipotética sesión autoconvocada está en las finanzas de sus distritos, que, en muchos casos, muestran un rojo profundo y no han recibido el trato preferencial del distrito capital. Y aún ni siquiera se iniciaron las negociaciones paritarias.
Curiosamente, es de ese mismo rojo financiero de las arcas provinciales del que quiere aprovecharse el macrismo, como explicó días atrás Letra P, para negociar el futuro apoyo de los gobernadores peronistas en el Congreso y poder derogar la ley de Pago Soberano y Reestructuración de la Deuda, que le permitiría al Gobierno pagarles a los fondos buitre en mejores condiciones que las que aceptaron los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010. A cambio, el gobierno de Macri no pondría ninguna traba para que esos mismos gobernadores salgan a los mercados internacionales a tomar deuda.
Uno de los encargados de tender líneas de contacto con las provincias es el diputado Julio de Vido (FPV). Antes de la conferencia de este miércoles en la Cámara de Diputados, el ex ministro de Planificación Federal recibió a un grupo amplio de enviados de distintos gobierno provinciales. Entre ellos, un legislador provincial de Chubut enviado por el gobernador Mario Das Neves, distanciado del kirchnerismo pero con su provincia en llamas por la crisis del sector petrolero. Hubo incluso un contacto directo entre Das Neves y De Vido, dos viejos conocidos.
Esos contactos, explicó De Vido, fueron para evitar “que sean saqueados los fondos federales del país, que deberían ser coparticipados y no destinarlos al distrito con mayor PBI per cápita”. Para el ex funcionario, se están usando fondos de todas las provincias para “amortizar la deuda pública de la Ciudad”. Durante la conferencia, el bloque del FPV advirtió que esos fondos extra que ingresarán a las arcas porteñas podrían tener como destino el pago de los vencimientos de la deuda pública de la Ciudad en 2016, que con intereses treparía a unos 800 millones de dólares.
A esto se suma otro de sus decretos, el 73/16, que derogaba el 2635/15, uno de los últimos decretos firmados por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que extendía a todas las provincias la devolución del 15% de coparticipación que se les retenía, tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia.